lunes, 16 de noviembre de 2015

Protesta contra la estafa ambiental de Volkswagen


internacional

Volkswagen admitió haber falseado los controles de emisiones de gases tóxicos en 11 millones de autos en todo el mundo. En Argentina son 42 mil las unidades afectadas y aún no fueron reparadas ni retiradas de circulación. Los ambientalistas le exigen que cumpla los compromisos asumidos sobre los niveles de emisiones contaminantes.

La organización ambientalista Greenpeace reclamó a Volkswagen que retire de la venta en todo el mundo los automóviles diésel que, de acuerdo a las investigaciones y a las confesiones de la misma empresa, están emitiendo 35 veces más gases tóxicos de lo permitido por las regulaciones de Estados Unidos, país donde se destapó el engaño. Además, exigen que los autos que están en circulación sean reparados para alcanzar los estándares permitidos.

“Volskwagen mintió premeditadamente sobre la cantidad de gases que emiten sus autos diésel. Los gobiernos y los organismos de control deben terminar de inmediato con la manipulación ilegal de las emisiones de los automóviles que impactan en la salud, y apoyar la introducción de una prueba de emisiones en condiciones de manejo reales.” declaró Hernán Nadal, director de Comunicaciones de Greenpeace.

Los ecologistas protestaron esta mañana frente a la planta de la empresa junto a la Panamericana, con cajas llenas de globos inflados con gases emitidos por los caños de escape de dos Volkswagen modelo Vento con las leyendas: “Volskwagen, no envenenes a nuestros hijos” y “Basta de mentiras”.

La empresa reconoció en octubre pasado haber instalado en los automóviles diésel un dispositivo que permitía reconocer cuando el auto estaba siendo testeado y hacía que el registro de las emisiones de óxido de nitrógeno se redujeran drásticamente para pasar esas pruebas, mientras que durante el uso habitual del auto emitían 35 veces más que los estándares legalmente permitidos.

Por el escándalo descubierto, las acciones de la compañía bajaron hasta un 40 por ciento. “En 2013 se Volskwagen comprometió a reducir las emisiones de dióxido de carbono de su flota de vehículos nuevos a 95 gramos por kilómetro para 2020. Sin embargo, en vez de cumplir los compromisos ya asumidos para que sus autos cada vez fueran menos contaminantes, Volkswagen eligió la mentira para abaratar costos”, finalizó Nadal.