deportes
El 18 de marzo no fue un día corriente. Ni para el Rock internacional ni para River Plate. Ese día, con la firma de las principales autoridades del Club y en presencia de abogados de aspecto estricto y que contrastaban con el espíritu irreverente del rock, quedó constituido lo que probablemente será un hito definitivo en la historia del Rock Latinoamericano.
Ese 18 de marzo se firmaba el contrato modelo entre River Plate y dos productoras que se unieron para acometer una empresa monumental. Fenix Entertainment Group y Pop Art Music son dos de las productoras líderes del país, con una trayectoria de más de 20 años en el mercado nacional e internacional produciendo espectáculos y desarrollando la cultura nacional. Y ahora, gracias a River Plate, van a transitar un camino juntos, convirtiéndose en la empresa de espectáculos más grande de la Argentina. Y con capitales argentinos.
A nivel regional, ambas empresas operan desde hace varios años en Chile, Perú, Paraguay, Ecuador y Uruguay. Desarrollaron alianzas estratégicas con una de las productoras más grandes de Brasil: Mondo Entretenimento, y con el grupo Evenpro, que opera en Venezuela y el resto de Centroamérica. Para llegar a este trascendental contrato, durante ocho meses River lidió a brazo partido con las productoras de espectáculos más importantes del país y Latinoamérica. No fue fácil. Los contratos de Rock se hallan probablemente entre las negociaciones más complejas del show business. No sólo se trata de lograr el mejor precio de mercado sino que es fundamental el tipo de cláusulas contractuales con las cuales un club como River debe protegerse. Es así que luego de analizar las diferentes propuestas, River seleccionó la oferta de mejor nivel económico por los próximos dos años tanto como la que acompañaba con las mejores cláusulas contractuales.
En el aspecto económico, River Plate consiguió así en su negociación duplicar el beneficio de cada recital con respecto al contrato anterior heredado y prácticamente triplicar el precio promedio de otros estadios. Para que la banda riverplatense vuelva a tocar, con una pequeña ayuda de los amigos del Rock, River logra una entrada de dinero fundamental para sanear su estado.
El 18 de marzo no fue un día corriente. Ni para el Rock internacional ni para River Plate. Ese día, con la firma de las principales autoridades del Club y en presencia de abogados de aspecto estricto y que contrastaban con el espíritu irreverente del rock, quedó constituido lo que probablemente será un hito definitivo en la historia del Rock Latinoamericano.
Ese 18 de marzo se firmaba el contrato modelo entre River Plate y dos productoras que se unieron para acometer una empresa monumental. Fenix Entertainment Group y Pop Art Music son dos de las productoras líderes del país, con una trayectoria de más de 20 años en el mercado nacional e internacional produciendo espectáculos y desarrollando la cultura nacional. Y ahora, gracias a River Plate, van a transitar un camino juntos, convirtiéndose en la empresa de espectáculos más grande de la Argentina. Y con capitales argentinos.
A nivel regional, ambas empresas operan desde hace varios años en Chile, Perú, Paraguay, Ecuador y Uruguay. Desarrollaron alianzas estratégicas con una de las productoras más grandes de Brasil: Mondo Entretenimento, y con el grupo Evenpro, que opera en Venezuela y el resto de Centroamérica. Para llegar a este trascendental contrato, durante ocho meses River lidió a brazo partido con las productoras de espectáculos más importantes del país y Latinoamérica. No fue fácil. Los contratos de Rock se hallan probablemente entre las negociaciones más complejas del show business. No sólo se trata de lograr el mejor precio de mercado sino que es fundamental el tipo de cláusulas contractuales con las cuales un club como River debe protegerse. Es así que luego de analizar las diferentes propuestas, River seleccionó la oferta de mejor nivel económico por los próximos dos años tanto como la que acompañaba con las mejores cláusulas contractuales.
En el aspecto económico, River Plate consiguió así en su negociación duplicar el beneficio de cada recital con respecto al contrato anterior heredado y prácticamente triplicar el precio promedio de otros estadios. Para que la banda riverplatense vuelva a tocar, con una pequeña ayuda de los amigos del Rock, River logra una entrada de dinero fundamental para sanear su estado.