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Ante la reciente aparición, en la madrugada del día de ayer, de Víctor O. Martínez, Amnistía Internacional insta al Estado argentino a continuar con sus esfuerzos para esclarecer los hechos ocurridos desde su desaparición el pasado lunes 18 de abril cuando Víctor Martínez salió de su domicilio cerca de las 14:00.
Víctor Martínez es testigo de la causa de 1977 en la cual se investiga la muerte del obispo Carlos Ponce de León durante la última dictadura militar.
Según informó la abogada, Gabriela Scopel, Martínez apareció en las avenidas Rivadavia y Acoyte bajo los efectos de ansiolíticos o de alguna droga que le impedía caminar correctamente porque le afectaba el equilibrio. Según lo relatado lo tuvieron en una habitación, que lo trataron bien, que no le pegaron, que le daban de tomar pastillas y que le decían qué tenía que decir. Recientemente, el sábado 16 de abril, Víctor Martínez fue electo para integrar la Comisión Directiva de Amnistía Internacional Argentina cuando en la Asamblea Anual se lo designó como Vocal.
“Hechos como los ocurridos en las últimas horas nos muestran que aun hay una larga lucha por transitar y es necesario que se redoblen los esfuerzos para que encontremos justicia y los hechos pasados en la dictadura nunca más vuelvan a repetirse” señaló Gabriela Boada, directora ejecutiva interina de Amnistía Internacional Argentina.
Amnistía Internacional resalta la celeridad con la cual el Estado argentino tomó medidas y las fuerzas de seguridad trabajaron para localizar a Víctor Martínez; esta pronta respuesta ha sido determinante.
Es crucial que se investiguen los hechos ocurridos, así como todas las amenazas contra víctimas, testigos y familiares de los procesos judiciales relacionados con violaciones a los derechos humanos; y dar a conocer públicamente las investigaciones y los resultados.
El correcto proceso judicial sin presiones ni hostigamientos es indispensable para poder esclarecer los hechos ocurridos en el pasado y en el presente.