sábado, 23 de agosto de 2014

Ambientes de trabajo estimulantes: arte en la oficina


tendencias

La presencia de obras de arte en los pasillos, las salas de reuniones y las paredes de la oficina desestructura el arquetipo de la oficina tradicional creando un impacto intelectual que estimula el poder creativo de los trabajadores.

Con la adopción de los nuevos estilos de trabajo basados en el conocimiento, las empresas han puesto el foco en la creatividad, en el aprendizaje y en la necesidad de atraer nuevos talentos. Algunos estudios llevados a cabo recientemente están demostrando que la exposición al arte y la cultura en el lugar de trabajo contribuiría al desarrollo de los procesos de pensamiento reflexivo e innovador. Además de ser una fuente de inspiración, el arte en la oficina reduce el estrés y mejora el estado de ánimo y la calidad de vida de todos los ocupantes.

En su forma más convencional, el arte corporativo tuvo, la mayoría de las veces, una función de simple decoración, o de inversión orientada a reafirmar el estatus de la compañía. Actualmente, y gracias a los nuevos conceptos sobre el espacio de trabajo centrado en las personas y en la creatividad, tanto los arquitectos y los diseñadores como las empresas, se están dando cuenta del enorme potencial que tiene el arte como expresión de la identidad de marca y como disparador para crear un ambiente de trabajo estimulante.

Algunas empresas están comenzando a utilizar el arte para crear entornos más acogedores y conseguir que a los empleados les resulte más grato volver a la oficina en lugar de trabajar en casa o en la cafetería. En ese sentido, el arte puede colaborar con la estrategia de retención de talentos de las empresas.

La instalación de una obra de arte en la oficina debe ser una acción planificada; algunos factores tales como la iluminación y la carga deben ser considerados junto con la arquitectura, a fin de crear una composición y espacio equilibrados.

Según una encuesta llevada a cabo a principios de 2013 por International Arts Consultants (IAC)[1] en asociación con el British Council for Offices (BCO)[2], la gran mayoría de los ocupantes de espacios de oficinas de diversas áreas reconocen la influencia de una obra de arte. El estudio se complementa con una extensa investigación realizada a través de entrevistas a los principales arquitectos y diseñadores de interiores, psicólogos conductuales y ocupantes de edificios corporativos que evaluaron el uso y los beneficios del arte en el entorno de la oficina actual. Éstas son sus conclusiones:

Posibilita la creación de un espacio de trabajo más acogedor La presencia de obras de arte en el lugar de trabajo puede mejorar el estado de ánimo y hacer que las personas se sientan mejor consigo mismas y con sus compañeros de trabajo. El 93% de los encuestados estuvo de acuerdo en que el arte hace que el lugar de trabajo sea más agradable tanto para el personal como para los clientes y los proveedores.

Estimula la creatividad y aumenta la productividad La incorporación del arte en la oficina no sólo estimula la creatividad y mejora el bienestar individual y colectivo sino que, según sugiere la investigación, puede aumentar significativamente la productividad, especialmente cuando se invita a los empleados a participar en el proceso de selección de las obras.

Ayuda a comunicar la imagen de marca y los valores de la empresa Las obras de arte ofrecen una forma elegante y sutil para comunicar la imagen y los valores corporativos. La clave es hacerlo de una manera auténtica de tal forma que las imágenes y los mensajes contenidos en las obras realmente ayuden a comunicar la esencia de la compañía. Además, las iniciativas relacionadas con la promoción del arte y la cultura tienen un peso significativo en los programas de RSE.

Proporciona opciones que se adaptan a la flexibilidad de los nuevos entornos de trabajo Los entornos de trabajo actuales se han convertido en grandes espacios abiertos polivalentes, donde la superficie para exponer una obra convencional es limitada. Por ello es importante considerar la inclusión de nuevas modalidades de expresión artística (arte cinético, arte digital, instalaciones, etc.) y la inversión en piezas que se puedan mover con facilidad, así como optar por soluciones de alquiler de obras con el fin de maximizar la flexibilidad del espacio.

Puede representar una buena inversión a largo plazo Elegir a los artistas emergentes más prometedores, puede ser fundamental a la hora de convertir las obras de arte en la oficina, en inversiones a futuro que se revaloricen con el prestigio del artista.

El informe también pone de relieve la naturaleza cambiante del trabajo, lo que significa que las formas de arte tradicionales pueden no ser tan eficaces en los nuevos entornos de oficinas. Sin embargo, los esquemas de planta abierta, la creciente importancia de las áreas de descanso y el aumento de la flexibilidad laboral, crean interesantes oportunidades para incorporar el arte en el espacio de trabajo. Por otra parte, si bien es cierto que las formas tradicionales del arte -pintura, grabado y escultura- siguen siendo las más populares, las nuevas creaciones tales como las obras integradas en forma de murales e instalaciones y el arte digital, también ganan adeptos.

El arte en el espacio de trabajo tiene un enorme potencial como vehículo de expresión de la identidad de marca y como disparador para crear un ambiente estimulante. Incorporarlo no sólo se traduce en una mejora del bienestar individual y colectivo, sino que también puede influir positivamente en la productividad de los colaboradores.