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Con inmensa alegría, las Abuelas de Plaza de Mayo informaron la restitución de identidad de Guido Montoya Carlotto, hijo de Laura Carlotto y Walmir Oscar Montoya y nieto de la presidenta de nuestra Asociación, Estela de Carlotto. “Quiero decir gracias a todos, gracias a Dios, gracias a la vida. Porque lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar”, expresó Estela hoy en conferencia de prensa.
En junio de este año, un joven que tenía dudas sobre su identidad se comunicó por correo electrónico con Abuelas para conocer su origen. Luego de varios intercambios de mail, realizó su presentación formal por correo postal, dado que vive en otra ciudad. Posteriormente, se acercó a la sede de Virrey Cevallos a entrevistarse con el equipo de Presentación Espontánea. Ante los indicios de que podía ser hijo de desaparecido, se dio intervención a la Comisión Nacional por el Derecho a la Identidad (CONADI) para coordinar la realización del análisis de ADN en el Banco Nacional de Datos Genéticos (BNDG).
Guido hacía tiempo que dudaba de su origen, incluso participó de algunas actividades de Música por la Identidad. Sin embargo, recién confirmó que no era hijo biológico de quienes lo criaron a partir de una confesión de alguien cercano a esa familia.
Hoy, el BNDG informó a la CONADI y a la Justicia que aquel joven con dudas era hijo de Laura y Walmir Oscar, el nieto de Estela.
Laura Estela Carlotto nació el 21 de febrero de 1955 en la ciudad de La Plata. Militaba en la organización Montoneros. Sus compañeros la llamaban "Rita". Fue secuestrada el 26 de noviembre de 1977 en su domicilio de la Ciudad de Buenos Aires. Estaba en ese momento embarazada de dos meses y medio. Walmir Oscar Montoya nació el 14 de febrero de 1952 en Comodoro Rivadavia, provincia de Chubut. Su familia y amigos lo llamaban "Puño" o "Puñalito". Era integrante de la organización Montoneros y sus compañeros le decían "Petiso", "Chiquito" o "Capitán Jorge". Walmir Oscar fue secuestrado a fines de noviembre de 1977 y posiblemente haya permanecido detenido en el CCD "La Cacha". En mayo de 2009, en el marco de la Iniciativa Latinoamericana para la Identificación de Personas Desaparecidas llevada adelante por el Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), sus restos fueron identificados. El joven había sido inhumado como NN en el cementerio de Berazategui el 27 de diciembre de 1977.
Por testimonios, se supo que Laura permaneció detenida en el CCD en "La Cacha". El 26 de junio de 1978, dio a luz un niño al que llamó Guido en un Hospital Militar. Luego del parto, fue regresada al CCD "La Cacha" sin su bebé. El 25 de agosto de 1978, la joven fue asesinada y, en 1985, sus restos fueron exhumados en el cementerio de La Plata e identificados por el EAAF.
En la tarde de ayer Estela de Carlotto, junto a su familia, las Abuelas, nietos, colaboradores, organismos de derechos humanos y amigos dijo estas palabras en conferencia de prensa: “Quiero compartir con ustedes esta alegría enorme que me brinda hoy la vida. Encontrar los que busqué y buscamos, mi familia, mis 13 nietos, mis dos queridos bisnietos, mis tres hijos. Que Laura, que pronto se van a cumplir años de su asesinato, sonría desde el cielo y diga y repita lo que ella sabía antes que yo, porque nunca fui una mujer de lucha abierta, sino de lucha, pero no de esta que me tocó vivir tantos años: ‘Mi mamá no se va a olvidar de lo que me están haciendo y los va a perseguir’. Yo no persigo más que justicia, verdad y esto que estamos viviendo que es el encuentro de los nietos. Ahora mi nieto. Y ella estará diciendo: ‘Mamá, ganaste una batalla larga’.
Esto es un premio para todos. Primeramente, lógico, en la familia, ya tengo mis 14 nietos conmigo. La silla vacía va a estar con él, los portarretratos vacíos que lo están esperando van a tener su imagen.
Ya lo he podido ver. Es hermoso. Es un artista, es un chico bueno. Y buscó. Él me buscó. Se cumplió aquello que decíamos las Abuelas: ‘Ellos nos van a buscar como nosotros los seguimos buscando’.
Él vino a Abuelas, fue recibido. Fue a la CONADI, fue recibido y escuchado. Y hoy me dicen es tu nieto en un 99,999 por ciento.
Por eso, quiero compartir mi alegría. Muchos detalles no podemos dar, no queremos dar por respeto. Ustedes saben que una cosa es Estela de Carlotto y otra cosa es la que preside esta institución, una Abuela más. Tenemos códigos. Que no lo molesten. Él ya sabe. Es más, le dijeron algunos que se parecía a los Carlotto, a mí, o sea que no lo va a asombrar la noticia que se le viene. Acaba de mandar un mensaje, que está muy conmocionado. Le ha mandado un mensaje a Claudia, que como Conadi, es a quien corresponde decirle, como le dijo: ‘Sos Guido, sos Carlotto, sos el nieto de Estela, el sobrino mío’. Le quiso decir todo. Entonces, encajó en su lugar esa pieza que no entendía él por qué no cerraba. La historia completa no la sabemos todavía, la vamos a armar. Tenemos mucha información pero sobre todo vamos a ser cautelosos en la familia, en la institución y en la gente, porque esto es muy fuerte para una persona, aunque lo espere.
Él le mandó recién un mensaje a mi hija Claudia, que es con quien se comunica, yo todavía no le escuché la voz, le dijo que estaba bien y muy feliz. ¿Qué mejor que eso?
Por supuesto, yo no puedo despegarme de que soy parte de una familia que es la institución. Esto es para los que todavía dicen basta, esto es para los que todavía dudan si hacemos bien y es para aquellos que pretenden que olvidemos, que demos vuelta la página. En cambio, para los buenos argentinos, es una reparación, una reparación para él, para nuestra familia y para la sociedad en su conjunto. Y como falta mucho, hay que seguir buscando a los que faltan, porque Abuelas tienen que sentir lo que yo siento hoy.
Decir gracias a todos, gracias a Dios, gracias a la vida. Porque lo que yo quería era no morirme sin abrazarlo y pronto lo voy a poder abrazar. Gracias.”