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El ébola ha causado más de 24.000 infectados, entre ellos 5.000 niños y en total, más de 10.000 personas han fallecido desde enero de 2014. Además, el virus continúa amenazando la vida y el futuro de los niños, sus familias y comunidades, alertó hoy el Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
En un informe, en el que llama a priorizar el objetivo de alcanzar cero casos, el Fondo subrayó el enorme impacto que ha tenido en la infancia debido a los miles que enfermaron, murieron o quedaron huérfanos. El estudio indica que el índice de mortalidad para los menores de 5 años es del 80%, y para los menores de un año, del 95%.
En un video de UNICEF que forma parte del informe, se observa cuán horrendo ha sido el impacto del mal para muchos de los 9 millones de menores que viven en las áreas afectadas.
“Mi padre fue el primero en morir. Se enfermó pero no vomitaba ni iba al baño. El primer día lloraba de dolor de cabeza. Luego mi madre empezó a decir muchas cosas. Me dijo, no lo voy a lograr”, cuenta Watta, una niña de 11 años en Liberia, huérfana a causa del ébola y acogida por UNICEF en uno de los centros de cuidado.
El estudio también apunta a que ha exacerbado las vulnerabilidades a las que estaban expuestos los menores, especialmente en países donde el virus golpeó con más fuerza como Guinea, Liberia y Sierra Leona, donde ya existían débiles sistemas de educación y salud.
El cierre de las escuelas por meses ha privado a unos 5 millones de niños de asistir a clases. Además, la atención médica no da abasto para la gran demanda.
UNICEF llamó a continuar con los esfuerzos para acabar con el mal y a aprovechar durante el proceso de reconstrucción para abordar las inequidades históricas que afectan a esa población.