jueves, 26 de marzo de 2015

Personas toxicas, el arte de la manipulación


opinión

Las personas toxicas o manipuladoras las podemos encontrar en diferentes ámbitos y circunstancias de nuestras vidas, como es el trabajo; las amistades; en la familia; la pareja y en todas aquellas relaciones interpersonales que establecemos los seres humanos.

Estos sujetos son conscientes de los comportamientos manipulativos que ejercen, con el fin de someter y controlar al otro para satisfacer sus propias necesidades u objetivos que se proponen. Esto significa que no ven a la otra persona como un igual, sino que lo reducen al lugar de cosa. Algunas características que los manipuladores poseen son:

-utilizan la amenaza como estrategia de control y sometimiento;

-no sienten culpa por las conductas manipulativas que realizan a sus víctimas;

- muchas veces tienen comportamientos extorsivos;

- mantienen actos intimidatorios para generar miedo y lograr lo que quieren;

-utilizan la mentira como una forma de manipulación;

-se victimizan con el fin de que el otro se sienta culpable.

Las personas que son víctimas de conductas manipulativas, quedan atrapadas en las redes del manipulador, por lo que puede provocar diferentes problemáticas en la salud mental del sujeto, ya que el mismo experimenta la sensación de no tener salida frente a la situación en la que se encuentra, lo cual genera un estado de estrés y de perturbación.

Algunas consecuencias pueden ser: -baja la autoestima; - ansiedad excesiva; -angustia; -trastorno del ánimo; -problemáticas psicosomáticas.

¿Cómo nos afecta emocionalmente?

Al estar en contacto con personas manipuladoras se pueden activar en el sujeto diferentes emociones. Algunas de ellas pueden ser: - temor a las conductas o reacciones del otro; -sentimientos de culpa injustificados; -ansiedad y tensión continua por el estado de alerta en que se encuentra el individuo.

Algunos tips: -conocer las características de los manipuladores le sirve a uno para no engancharse en el juego; -utilizar la reflexión para no quedar atrapado en la culpa que provocan las conductas de los manipuladores; -tomar distancia de las personalidades manipuladoras; - pensar que uno NO es un tonto, sino que el otro es una persona toxica.

Psicólogo Santiago Gómez
Director de Decidir Vivir Mejor y del Centro de Psicología Cognitiva
(Matrícula: 15.159)