sociedad
En el marco de un evento médico desarrollado hoy en la ciudad de Buenos Aires, médicos infectólogos pediatras informaron que en la Argentina la cantidad de casos de enfermos por tos convulsa se duplicó en apenas 3 años pasando de 1607 enfermos a 3085 casos en 2008. Además, explicaron que si bien el grupo más afectado son los niños menores de un año, especialmente los menores de seis meses, los adolescentes y adultos también pueden verse afectados por la enfermedad por lo que recomendaron la vacunación de este grupo como estrategia para proteger a los niños.
Al respecto, desde este año el calendario oficial de vacunación de nuestro país contempla la incorporación de un refuerzo obligatorio contra tos convulsa a los 11 años, momento en el que se estima que el niño perdió la inmunidad recibida con las primeras dosis de vacunas.
La tos convulsa, conocida también como “pertussis”, “tos ferina”, “coqueluche” o “tosse comprida”, es una enfermedad respiratoria provocada por la bacteria Bordetella pertussis. Su principal característica son los fuertes accesos de tos que presenta, que pueden repetirse varias veces al día con una duración de hasta 30 minutos, en los cuales el paciente tiene muchísimas molestias, dificultad para respirar e incluso luego del ataque de tos, frecuentemente vomita.
A nivel mundial, según cifras de la OMS , se reportan anualmente alrededor de 18 millones de casos de tos convulsa y, más de 250 mil de éstos terminan cobrándose la vida del paciente. En los países en vías de desarrollo, la tasa de mortalidad en los niños menores de un año que contraen pertussis es de un 4%, por lo que es actualmente considerada como la quinta causa de muerte provocada por enfermedades prevenibles a través de la vacunación.
Los resultados preliminares de un estudio realizado actualmente por el Programa de Infectología Pediátrica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez con la participación de la Universidad de La Plata, el Instituto Malbrán y la Maternidad del Hospital Santojanni, revelaron que el 36 % de las puérperas pueden enfermarse por no poseer los anticuerpos necesarios, con el consecuente riesgo de contagiar a sus bebés.
El Doctor Eduardo López , Jefe de Depto. de Medicina del Gutiérrez explica que la investigación detectó además que “el 49% de los recién nacidos son susceptibles de contagiarse porque no tienen suficientes anticuerpos”.
“Si bien ha habido un aumento en la incidencia de pertussis en el mundo, hay que prestar particular atención a América Latina, pues en los últimos 5 años hubo un aumento de casi el triple de casos reportados a la OMS, yendo de 4.000 a 11.000. Para contrarrestar esta situación, es indispensable tomar medidas que detengan el avance de esta enfermedad en la población.
Una de las estrategias sugeridas para abordar la problemática del incremento de casos es la que se conoce como estrategia capullo, donde la vacunación a padres y adultos que están en contacto con niños menores de 1 año generan un entorno de protección que disminuye la probabilidad del contagio” comentó el Dr. Rolando Ulloa-Gutiérrez, Pediatra Infectólogo del Servicio de Infectología del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica "Dr. Carlos Sáenz Herrera" en San José, Costa Rica.
La estrategia capullo es fundamental para hacer frente a la enfermedad, debido a que aunque los adultos hayan sido vacunados de pequeños, después de 10 años los anticuerpos declinan y es necesaria la revacunación. Además, es posible que la tos convulsa en adultos no presente síntomas o sean más leves comparado con los infantes, situación que aumenta el riesgo de contagio.
Síntomas de la tos convulsas
La tos convulsa a diferencia de otras enfermedades respiratorias rara vez provoca fiebre en los recién nacidos. Sus principales síntomas son: tos persistente con ataques que pueden durar hasta 30 minutos y se presentan varias veces al día. La tos puede ser tan intensa que la persona tiene dificultad para respirar. Además al inhalar necesita hacerlo con fuerza y la respiración provoca un silbido en el pecho. Frecuentemente después de un ataque de tos el paciente presenta vómito. Estos malestares se manifiestan durante aproximadamente 6 semanas y provocan mucho sufrimiento, sobre todo en el caso de los niños pequeños.
Si se detectan estos síntomas es importante acudir de inmediato al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos. En efecto, la tos convulsa debe de ser atendida correcta y oportunamente, de lo contrario puede traer graves consecuencias entre las que se pueden mencionar neumonía y encefalitis.
Epidemiología
Entre las causas de reemergencia de la enfermedad se encuentran la cobertura de vacunación subóptima y el hecho de que la inmunidad disminuye entre los 8 y 10 años posteriores al último refuerzo de la vacunación. Dado que el último refuerzo con la vacuna es entre los 5 y 6 años de edad, queda una población de niños susceptibles, que constituye un reservorio de la enfermedad y es fuente de transmisión para los no vacunados. Por ello se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación un refuerzo para los niños de 11 años de edad para incrementar su inmunidad y protección contra la enfermedad.
En el marco de un evento médico desarrollado hoy en la ciudad de Buenos Aires, médicos infectólogos pediatras informaron que en la Argentina la cantidad de casos de enfermos por tos convulsa se duplicó en apenas 3 años pasando de 1607 enfermos a 3085 casos en 2008. Además, explicaron que si bien el grupo más afectado son los niños menores de un año, especialmente los menores de seis meses, los adolescentes y adultos también pueden verse afectados por la enfermedad por lo que recomendaron la vacunación de este grupo como estrategia para proteger a los niños.
Al respecto, desde este año el calendario oficial de vacunación de nuestro país contempla la incorporación de un refuerzo obligatorio contra tos convulsa a los 11 años, momento en el que se estima que el niño perdió la inmunidad recibida con las primeras dosis de vacunas.
La tos convulsa, conocida también como “pertussis”, “tos ferina”, “coqueluche” o “tosse comprida”, es una enfermedad respiratoria provocada por la bacteria Bordetella pertussis. Su principal característica son los fuertes accesos de tos que presenta, que pueden repetirse varias veces al día con una duración de hasta 30 minutos, en los cuales el paciente tiene muchísimas molestias, dificultad para respirar e incluso luego del ataque de tos, frecuentemente vomita.
A nivel mundial, según cifras de la OMS , se reportan anualmente alrededor de 18 millones de casos de tos convulsa y, más de 250 mil de éstos terminan cobrándose la vida del paciente. En los países en vías de desarrollo, la tasa de mortalidad en los niños menores de un año que contraen pertussis es de un 4%, por lo que es actualmente considerada como la quinta causa de muerte provocada por enfermedades prevenibles a través de la vacunación.
Los resultados preliminares de un estudio realizado actualmente por el Programa de Infectología Pediátrica del Hospital de Niños Ricardo Gutiérrez con la participación de la Universidad de La Plata, el Instituto Malbrán y la Maternidad del Hospital Santojanni, revelaron que el 36 % de las puérperas pueden enfermarse por no poseer los anticuerpos necesarios, con el consecuente riesgo de contagiar a sus bebés.
El Doctor Eduardo López , Jefe de Depto. de Medicina del Gutiérrez explica que la investigación detectó además que “el 49% de los recién nacidos son susceptibles de contagiarse porque no tienen suficientes anticuerpos”.
“Si bien ha habido un aumento en la incidencia de pertussis en el mundo, hay que prestar particular atención a América Latina, pues en los últimos 5 años hubo un aumento de casi el triple de casos reportados a la OMS, yendo de 4.000 a 11.000. Para contrarrestar esta situación, es indispensable tomar medidas que detengan el avance de esta enfermedad en la población.
Una de las estrategias sugeridas para abordar la problemática del incremento de casos es la que se conoce como estrategia capullo, donde la vacunación a padres y adultos que están en contacto con niños menores de 1 año generan un entorno de protección que disminuye la probabilidad del contagio” comentó el Dr. Rolando Ulloa-Gutiérrez, Pediatra Infectólogo del Servicio de Infectología del Hospital Nacional de Niños de Costa Rica "Dr. Carlos Sáenz Herrera" en San José, Costa Rica.
La estrategia capullo es fundamental para hacer frente a la enfermedad, debido a que aunque los adultos hayan sido vacunados de pequeños, después de 10 años los anticuerpos declinan y es necesaria la revacunación. Además, es posible que la tos convulsa en adultos no presente síntomas o sean más leves comparado con los infantes, situación que aumenta el riesgo de contagio.
Síntomas de la tos convulsas
La tos convulsa a diferencia de otras enfermedades respiratorias rara vez provoca fiebre en los recién nacidos. Sus principales síntomas son: tos persistente con ataques que pueden durar hasta 30 minutos y se presentan varias veces al día. La tos puede ser tan intensa que la persona tiene dificultad para respirar. Además al inhalar necesita hacerlo con fuerza y la respiración provoca un silbido en el pecho. Frecuentemente después de un ataque de tos el paciente presenta vómito. Estos malestares se manifiestan durante aproximadamente 6 semanas y provocan mucho sufrimiento, sobre todo en el caso de los niños pequeños.
Si se detectan estos síntomas es importante acudir de inmediato al médico para recibir un diagnóstico y tratamiento oportunos. En efecto, la tos convulsa debe de ser atendida correcta y oportunamente, de lo contrario puede traer graves consecuencias entre las que se pueden mencionar neumonía y encefalitis.
Epidemiología
Entre las causas de reemergencia de la enfermedad se encuentran la cobertura de vacunación subóptima y el hecho de que la inmunidad disminuye entre los 8 y 10 años posteriores al último refuerzo de la vacunación. Dado que el último refuerzo con la vacuna es entre los 5 y 6 años de edad, queda una población de niños susceptibles, que constituye un reservorio de la enfermedad y es fuente de transmisión para los no vacunados. Por ello se incorporó al Calendario Nacional de Vacunación un refuerzo para los niños de 11 años de edad para incrementar su inmunidad y protección contra la enfermedad.