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Con una Mesa-Debate que convocó a destacadas especialistas de distintos ámbitos, Voces Vitales Argentina conmemoró ayer el Día Internacional de la Eliminación de la Violencia contra la Mujer.
Monique Altschul, Directora Ejecutiva de la Fundación Mujeres en Igualdad, inició las ponencias destacando que uno de los principales problemas es la falta de estadísticas. Llamó a desarrollar planes locales y regionales, porque “la asistencia a las víctimas es muy diferente cuando se cruza la General Paz”. “Las políticas públicas son imprescindibles. Y si bien tenemos leyes, a menudo no se cumplen”.
En representación del Ministerio de Justicia participó Norma Mazzeo, Coordinadora de la Brigada de Violencia Familiar –parte del programa “Las Víctimas contra las Violencias”, que dirige Eva Giberti. “El programa surge en el año 2006 ante la necesidad de una instancia de respuesta a las situaciones de urgencia y emergencia en que muchas veces se presentaban las víctimas. Las comisarías, juzgados e incluso los hospitales carecían de protocolos para estas emergencias. La intervención de la Brigada busca instalar a la víctima en un clima de seguridad, darle un resguardo que no tenía antes de la intervención. Y acompañarla para que pueda avizorar una vida libre de violencias. En general les cuesta reconocer que además de la violencia física, venían ya siendo objeto de otros tipos de violencia. Se la acompaña hasta que alguna institución puede tomarla bajo su cuidado”, explicó. Indicó que desde octubre de 2006 hasta este año se recibieron 2818 llamados de mujeres para asistencia directa.
La Diputada Nacional por la Coalición Cívica Fernanda Gil Lozano comenzó su exposición refiriéndose a la figura del femicidio y a las prácticas extendidas en el mundo que se basan en “dejar huellas en los cuerpos de las mujeres”. “En las guerras se da en la forma más visible, pero sugiere que algo pasa con el género”. Con respecto a la situación de nuestro país comentó: “A mi despacho llegan llamados de lugares exóticos. Tenemos un país muy extenso, y la violencia de género atraviesa todo el territorio. Tenemos una Ley de Violencia de Género, pero no tiene ningún impacto porque falta presupuesto. Y al final resulta que en nuestro país tiene más pena el que roba una vaca que el que secuestra a una mujer”. Señaló que “la mujer víctima de violencia si no tiene un abogado o una ONG que la acompañe, queda sola. No puede ser que el Estado no le pueda ofrecer un patrocinio gratuito. Llega una mujer golpeada, vulnerada a hacer la denuncia, y no tiene ningún apoyo. En cambio el agresor sí tiene un defensor puesto por el Estado. Hay que trabajar una ética de cuidado, y para esto los varones van a atener que comprometerse”, concluyó.
Fabiana Túñez, Co-fundadora y Coordinadora General Ejecutiva de la Asociación Civil La Casa del Encuentro, presentó el Informe de Investigación de Femicidios en Argentina desde el 1 de enero hasta el 31 de octubre de 2011, que se basa en el análisis de 120 diarios de todo el país, más las agencias Telam y Dyn. “Enfrentar el problema de la violencia contra la mujer implica creatividad, impulso, trabajo y articulación entre la sociedad civil y el Estado” dijo Túñez. Destacó también que “hay jueces y juezas que están aplicando las herramientas jurídicas necesarias para proteger a las víctimas, pero aún nos falta mucho”.
Beatriz Cohen, representante de FEIM –Fundación para el Estudio e Investigación de la Mujer-, expuso los diez puntos que no pueden faltar en una política pública contra la violencia doméstica:
1- Que se elaboren estadísticas y datos confliables de calidad.
2- Existencia de legislación con perspectiva de género y derechos humanos.
3- Un sistema de justicia que esté preparado para recibir a las víctimas de violencia. Para esto, los operadores de justicia tienen que entender la situación por la que está pasando la víctima.
4- Organismos de mujeres jerarquizados, c on presupuesto y capilarización a lo largo del país.
5- Que existan servicios de justicia y seguridad con personal bien entrenado. Esto implica capacitación continua, no ocasional -que queda solo en sensibilización y no se traduce en cambios en la atención.
6- Manuales de derivaciones, para que los casos no se pierdan entre una ventanilla y otra.
7- Campañas masivas de difusión que promuevan el Derecho a una vida libre de violencias y adonde dirigirse en busca de patrocinio jurídico.
8- Que se incorpore el estudio de la violencia en la educación básica.
9- Programas de reinserción.
10- Que se implementen tratamientos para los perpetradores de la violencia
Cerró el panel Andrea Balzano, quien coordina desde 2008 el Área Género del PNUD. Balzano hizo alusión a la prioridad que la ONU ha asignado al tema a partir de la década de los ‘90. “¿Qué está pasando en el mundo para que este tema sea prioridad de Naciones Unidas? En primer lugar, es una de las violaciones a los Derechos Humanos más frecuente. Segundo, es una forma sumamente cruel de discriminación. Y es una traba al desarrollo”. “En la Argentina, la violencia contra la mujer es uno de los principales problemas del área de Seguridad”, puntualizó. “Todos tenemos la responsabilidad de ayudar, informarnos y dar información, porque se puede salvar una vida”.
Como parte de las actividades alrededor de esta fecha, Voces Vitales lanzó también una campaña de concientización en vía pública, con el mensaje de que la violencia contra las mujeres es un problema que necesita del compromiso urgente de toda la comunidad. Con el lema “La violencia de género nos afecta a tod@s, entre tod@s terminémosla”, la pieza transmite la idea de que las víctimas podrían ser hijas, amigas y madres de cualquier persona, sin distinción de edad ni clase social, y por eso se trata de un desafío cuya solución es compartida. Podrá verse en diferentes espacios de la Ciudad Autónoma y el Gran Buenos aires, cedidos por la empresa Spinazzola. La creatividad de la campaña estuvo a cargo de Mariana Roca y el diseño en manos de Fluo Constructura Gráfica (www.fluo.la).