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José Luis Álvarez se prepara seguramente para atraer las burlas, cuando pasee su Smart en los pasillos de las verificaciones de Lima. Pero su apuesta no sea quizás tan tirada de los cabellos…
Tierra de aventuras, el Dakar también se abre a todas las audacias en términos de desafío mecánico. En la historia del rally, muchos ambiciosos quisieron atacar las dunas africanas o sudamericanas al volante de autos diseñados más bien para la ciudad. Y los intentos más o menos fantasiosos realizados en Renault 5 o Citroën AX en los años 80, luego de varios 2 CV o de Fiat Panda en el 2000, ¡terminaron todos en fracasos!
Tierra de aventuras, el Dakar también se abre a todas las audacias en términos de desafío mecánico. En la historia del rally, muchos ambiciosos quisieron atacar las dunas africanas o sudamericanas al volante de autos diseñados más bien para la ciudad. Y los intentos más o menos fantasiosos realizados en Renault 5 o Citroën AX en los años 80, luego de varios 2 CV o de Fiat Panda en el 2000, ¡terminaron todos en fracasos!
José Luis Álvarez, podría pasar también por un iluminado, al presentarse en Lima en un Smart. Pero en realidad no es exactamente con el pequeño urbano que conquistó las capitales europeas que el ex-piloto de cuadriciclos cuenta cruzar el desierto de Atacama: “Para la preparación de este buggy, utilicé un XP 900 Polaris y le agregué la carrocería de un prototipo Smart”. Hace algunos años, Álvarez ya había sido pionero al convertirse en el primer corredor español en cuadriciclo que terminó el Dakar. En su 9° participación en la carrera ¡podría nuevamente formar parte de los inventores!
