opinión
Los últimos avances sobre las enfermedades oncológicas demuestran que estudios de investigación presentados por la Sociedad Española de Oncología Médica (SEOM) y por la Sociedad Americana de Oncología Clínica (ASCO) concluyen que la lectura del genoma de tumores de cientos de pacientes está ofreciendo por primera vez un mapa completo del cáncer. Conocer el genoma de cada cáncer nos ofrece la oportunidad de buscar las mejores terapias dirigidas a cada paciente y realizar tratamientos personalizados para cada uno en particular.
Cuarenta años atrás se pensaba que el cáncer podía explicarse por la alteración de unos pocos genes. Ahora sabemos que cada tumor tiene una media de 50-100 genes alterados y que además, estos son distintos en cada paciente. Cada enfermo es considerado como “único”, porque cada tumor es distinto molecularmente.
Esto nos hace pensar que cualquier cáncer es, en principio, potencialmente curable. La clave es descubrir cómo hacerlo según el perfil genético de cada paciente. No hay otra lógica: somos seres vivos en constante cambio y tenemos la necesidad de que nuestras células se multipliquen.
Es importante destacar que estamos expuestos a agentes tóxicos que también pueden aumentar el número de mutaciones. Dado que las mutaciones ocurren al azar, el que haya una combinación que favorece la patología oncológica es también una cuestión de azar.
El paso del tiempo y determinados hábitos de vida (mala alimentación, fumar, falta de ejercicio, estrés, etc), pueden aumentar la frecuencia de mutaciones y por lo tanto, aumentar la incidencia de cáncer.
Como dijimos anteriormente, la clave es identificar y empezar a usar marcadores moleculares que nos indiquen el riesgo real de cada individuo de padecer cáncer. Esto nos va a permitir detectarlo en estadios iniciales - cuando es más fácil de tratarlo - obteniendo así mejores resultados.
Solo hay que mirar hacia atrás y observar que en un siglo, se ha conseguido duplicar la esperanza de vida.
Las únicas soluciones reales a tumores que aún son incurables vendrán de la investigación, el desarrollo y la innovación, claves para combatir el cáncer y cualquier otra enfermedad.
No hay que resignarse. La investigación contra las patologías oncológicas avanza cada día más. Cualquier tumor será curable si investigamos lo suficiente como para saber cuál es su talón de Aquiles.
Dra. Marcela Polizzi
Especialista en Oncología
Directora de Fundación OncoSalud