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Los crímenes ambientales generan cada año unos 213.000 millones de dólares que sirven para financiar actividades delictivas de grupos armados o terroristas, según un nuevo estudio dado a conocer hoy en Nairobi, en el marco de la Asamblea de la ONU para el Medio Ambiente.
De acuerdo al Programa de la ONU para el Medio Ambiente (PNUMA) y la INTERPOL esos delitos suponen una amenaza para la seguridad y el desarrollo sostenible de muchos países.
El informe apunta que las milicias y los grupos terroristas en África obtendrían hasta 289 millones de dólares anuales sólo con el comercio ilegal de carbón.
Además, existen otras organizaciones que se benefician de la caza furtiva y el tráfico ilícito de animales y de madera en África.
El estudio cataloga también como crímenes ambientales la minería ilegal y el desecho de basura tóxica.
El PNUMA e INTERPOL subrayaron que el monto de los crímenes ambientales supera ampliamente a la Asistencia Extranjera al Desarrollo, calculada en unos 135.000 millones de dólares al año.
También llamaron a emprender acciones concertadas que incluirían el fortalecimiento de las instituciones ambientales legales y los sistemas regulatorios del comercio internacional, así como campañas de concienciación para los consumidores.