domingo, 10 de agosto de 2014

Volvió a Holanda el barco de Greenpeace en el que detuvieron a Camila y Hernán


sociedad

Después de 11 meses, llegó a Amsterdam el barco de Greenpeace donde fuerzas de seguridad rusas detuvieron a Camila Speziale y Hernán Perez Orsi en 2013. - El tucumano Daniel Rizzotti, capitán argentino, comanda el rompehielos en esta travesía. - El buque Arctic Sunrise había permanecido en custodia en Murmansk desde la protesta pacífica contra la exploración petrolera en el Ártico en septiembre pasado.

El Arctic Sunrise, buque rompehielos de Greenpeace que estuvo bajo la custodia rusa por más de 300 días, finalmente llegó a Amsterdam bajo el mando del argentino Daniel Rizzotti. El barco había sido recluido ilegalmente en Rusia en donde la organización ambientalista había realizado una acción pacífica contra la estatal Gazprom, petrolera que intentó perforar el primer pozo petrolero del mundo en las aguas del Ártico.

Algunos de los activistas y tripulantes detenidos en Rusia, conocidos como “Los 30 del Ártico”, estuvieron allí para saludar a la nave y la abordaron mientras navegaban en Beverwijk, cerca de Amsterdam. Los activistas volvieron a ver el barco luego de que fuera abordado por agentes de seguridad rusos el 19 de septiembre de 2013. El Arctic Sunrise navegó ahora hasta el puerto de Amsterdam acompañando por una pequeña flota de voluntarios de Greenpeace.

“Hoy terminó de hacerse realidad el pedido de millones de personas que exigieron liberar a todos los detenidos en Rusia, incluido nuestro barco”, dijo Mauro Fernández, coordinador de la Campaña Clima y Energía de Greenpeace en Argentina. "En cuanto sea técnicamente posible, el Arctic Sunrise volverá a confrontar a las petroleras que, lideradas por Shell, siguen amenazando el Ártico".

Ya en Amsterdam, se realizará en el barco Greenpeace una ceremonia de bienvenida. En unos días, la nave será trasladada a un astillero en Amsterdam donde recibirá reparaciones adicionales. Aunque el capitán Daniel Rizzotti y su equipo han llevado a cabo un fuerte trabajo durante varias semanas en Murmansk para hacer que el Arctic Sunrise pueda navegar otra vez, aún requiere trabajo adicional. Luego de esto, Greenpeace espera que dentro de dos semanas se conozca la magnitud de los daños de la nave.