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Un grupo de 21 activistas de Greenpeace, bloqueaban en la tarde de ayer la salida del puerto encadenados a las ruedas del camión que debe trasladar la caldera.
La acción directa no violenta de bloqueo es continuidad de la protesta realizada ayer, cuando activistas de Greenpeace se sumergieron como boyas humanas en aguas del Río Santa Cruz para impedir la navegación del buque BBC Ontario, que arribó ayer al puerto de Punta Quilla, ubicado a unos 250 kilómetros al norte de Río Gallegos, proveniente de China, con la caldera y otros componentes para la usina a carbón de Río Turbio.
La organización ambientalista reclama que se frene la construcción de la usina a carbón que construye la empresa española Isolux Corsan en Río Turbio, por utilizar el combustible que más contribuye al cambio climático debido a sus emisiones de gases de efecto invernadero. El cambio climático es el responsable de la retracción de los glaciares en todo el planeta, por eso, para la organización, la decisión del gobierno de relanzar al carbón como fuente energética es otro “veto” a los glaciares.
“La puesta en marcha de esta usina significa intensificar la infraestructura en base carbón para producir energía”, explicó Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace y consideró "imperativo abandonar el carbón como fuente de energía para proteger el planeta y evitar sus inevitables impactos locales, ya que se trata de un combustible sucio que podemos reemplazar fácilmente con mejores opciones”.
Entre los impactos locales que la usina a carbón generará se destaca la gran cantidad de emisiones de dióxido de azufre, principal responsable de la llamada “lluvia ácida”. “La planta de Río Turbio emitirá seis veces más dióxido de azufre que lo que emite la planta de Botnia, la que generó los reclamos del gobierno argentino por sus emisiones contaminantes” explicó Juan Carlos Villalonga.
La Argentina debe acompañar un esfuerzo global para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Esto significa que su desarrollo energético debe realizarlo intensificando el uso de fuentes energéticas de bajas emisiones. “Por eso decimos que esta decisión del Gobierno Nacional de avanzar con el carbón es otro veto a los glaciares, por la nefastas consecuencias que tiene sobre ellos”, agregó Villalonga. “La centra Térmica de Río Turbio neutralizará por completo todos el beneficio en materia de reducción de emisiones que se alcanzaría con el programa completo de recambio de lámparas incandescentes” explicó Villalonga. “Una correcta medida que impulsa el gobierno, como es el reemplazo de las lámparas menos eficientes, es totalmente neutralizada por esta planta a carbón”.