domingo, 15 de noviembre de 2009

GUSTAVO CORDERA Y GREENPEACE CONTRA EL CAMBIO CLIMATICO


sociedad

El músico Gustavo Cordera se sumó a la campaña contra el Cambio Climático de Greenpeace y ofreció un recital en la glorieta de Barrancas de Belgrano, para alertar sobre los impactos climáticos y ambientales que producirá la Central Térmica Río Turbio, en la provincia de Santa Cruz.

Frente a 300 personas y durante casi 40 minutos, con un telón de fondo con la leyenda: “Cristina: Carbón o Glaciares”, el “Pelado” Cordera interpretó 8 temas, algunos clásicos como “Madre hay una sola” y “El viento trae una copla” y otros como “Me la juego a morir” y “Aprendí a esquivar”, de su nuevo disco “Cordera Suelto”.

Durante el recital, Cordera se sumó al reclamo de Greenpeace y le pidió a la Presidenta que “apele a su propia sensibilidad, que tome conciencia y que se dé cuenta de que la usina de Río Turbio tiene que parar” y agregó: “Es muy importante que sepa que somos muchos los que estamos en contra de esta política contaminante, del uso de energías que ya no sirven, como el carbón”.

La organización ambientalista demanda al Gobierno Nacional que abandone la construcción de la central Térmica Río Turbio a base de carbón, por ser éste el combustible que tiene mayor capacidad de emisiones de gases que afectan el clima.

“La usina proyectada es costosa, contaminante e ineficiente” explicó Juan Carlos Villalonga, director de Campañas de Greenpeace. “Ese dinero colocado en un plan de apoyo a inversiones en energía eólica, le daría un enorme impulso a esa fuente energética limpia en la Patagonia”.

Según las estimaciones que maneja la propia empresa constructora, la española Isolux Corsán, la planta emitirá anualmente 1.800.000 toneladas de dióxido de carbono (CO2), el principal gas que provoca el calentamiento global.

El cambio climático está ocasionando la masiva desaparición de glaciares y otras masas de hielos permanentes en todo el planeta. Esta situación pone en riesgo las más importantes reservas de agua dulce del mundo al mismo tempo que ocasiona la crecida del nivel del mar. La región de Cuyo, en la Argentina, sufrirá en las próximas décadas la desaparición de los glaciares que son esenciales para la provisión de agua a los ríos de esa zona.

La puesta en marcha de la Central de Río Turbio significará una contribución energética de casi un 2% de la producción total nacional, y aportará el 6% de las emisiones de todo el sector eléctrico: será la electricidad más sucia que produce la Argentina en términos de emisiones de gases de efecto invernadero.