martes, 8 de diciembre de 2009

RECOMENDACIONES PARA PROTEGER A LOS NIÑOS EN EL AUTO


sociedad

Desde el Observatorio Chicco, se han realizado investigaciones en materia de seguridad vial que dan como resultado las 12 recomendaciones que se expresan en los siguientes puntos.

No es lo mismo una silla para el auto que una butaca de seguridad: Todas las butacas y los moisés para automóvil deben estar homologados acorde con la norma ECE R44. Antes de obtener la homologación correspondiente son sometidos a pruebas de fiabilidad y resistencia muy severas: tests dinámicos (crash tests) que simulan el comportamiento de las butacas en caso de accidente/choque trasero, comprobando su resistencia y el nivel de protección proporcionado al niño. Además, se comprueba el desgaste de hebillas y cinturones, la corrosión de las partes metálicas, etc.

Es importante entender la importancia del uso de la butaca de seguridad de auto como forma de prevención y de protección de la salud de los chicos, y como un auténtico gesto de amor. Llevar a un niño en brazos mientras se viaja en coche puede parecer natural, pero en caso de accidente o frenada brusca, incluso a velocidad moderada, el peso del pequeño adquiere una fuerza de “tracción” tan elevada que el abrazo de un adulto no bastará para retenerlo.

Para transportar al niño en auto es necesario utilizar siempre una butaca adecuada, incluso para recorrer trayectos cortos.

En caso de viajes largos, es necesario realizar frecuentes paradas. Los chicos se cansan fácilmente y antes de detenerse es necesario encontrar siempre un lugar seguro en el cual detener el vehículo antes de sacar al niño de la butaca.

Por razones de seguridad, es necesario evitar darle comida al niño durante el viaje, en especial chupetines, helados en palito o cualquier otro alimento con palito, ya que en caso de accidente o frenada brusca podrían herirlo u obstruir su aparato respiratorio. Atención también a los objetos que use para entretenerlo durante el viaje, podrían resultar peligrosos en caso de frenada o accidente. Es preferible utilizar juguetes blandos. También es importante no transportar en el coche objetos sin fijar, que en caso de frenada podrían golpear accidentalmente al niño.

Seguir concienzudamente las instrucciones de uso incluidas en el producto. Sólo un uso correcto (montaje de la butaca de seguridad en el coche y fijación del niño a la butaca) puede reducir el riesgo de lesiones graves en caso de accidente.

Verificar siempre la correcta instalación de la butaca con los cinturones de seguridad del coche y que éstos últimos estén correctamente tensados.

Según las estadísticas sobre los accidentes, la posición más segura para montar la butaca de seguridad es el asiento trasero, preferiblemente el central –la mayoría de las butacas de seguridad requieren necesariamente para la instalación el cinturón de 3 puntos, que no se encuentra en el asiento trasero de todos los autos–, como alternativa se puede elegir el asiento trasero derecho (lado de la vereda).

En caso de que el automóvil haya quedado expuesto al sol, comprobar antes de acomodar al niño en la butaca de seguridad que las diferentes partes de la misma no se hayan sobrecalentado.

Controlar periódicamente que el niño no abra la hebilla del cinturón de seguridad y que no manipule las partes de la butaca de seguridad.

Cambiar siempre la butaca de seguridad si ha sufrido un accidente, incluso leve. Podría haber padecido daños estructurales que podrán comprometer sus características de seguridad.

Los cinturones de seguridad de la butaca deben estar siempre tensados de forma correcta, pero sin comprimir el tórax del niño. Para calibrar el tensado adecuado es necesario considerar que entre la espalda del niño y el respaldo debe quedar espacio suficiente como para que un adulto pueda introducir la mano.

El Observatorio Chicco tiene como objetivo visualizar el uso de los productos de la marca en la cotidianeidad y evaluar la eficacia de sus prestaciones y las mejoras que pudieran tener los mismos. Dicho observatorio sigue el desarrollo del bebé y del niño durante los primeros años de vida, con la colaboración de madres, pediatras, neonatólogos, parteras y guarderías, para proponer y desarrollar productos simples, seguros y específicos para cada fase de su crecimiento.