martes, 22 de diciembre de 2009

VACACIONES: LOS NIÑOS EN LA CASA Y EN LA COLONIA


sociedad

Con la llegada del receso escolar y a pesar de las múltiples actividades que los más chicos puedan tener a disposición, algunas veces presentan indicadores de aburrimiento. Entonces… ¿Cómo entretenerlos?

Durante las vacaciones los chicos disponen de mayor tiempo libre y es necesario organizarse para evitar que esta situación se vuelva un inconveniente para la familia. Además , en algunos casos surge la exigencia de tener que entretenerlos, a veces sin contar con los medios económicos necesarios para hacerlo.

Con los chicos en casa, sería interesante lograr evitar estar “vagando” todo el día por la calle, de aquí para allá sin que esto traiga beneficio alguno. ¿Cómo lograr que disfruten este tiempo de merecido descanso, sin estar todo el día por la calle?

Surge como principal desafío, conmover el deseo del niño, persuadirlos a embarcarse en otro tipo de actividades, diferentes de los ya conocidos pasatiempos como los videos juegos, la computadora, el chat y la tele. Debemos pensar una serie de actividades de forma organizada y orientarlas para que sea el niño quien necesite ordenarse en el despliegue. Por ejemplo: “ podemos realizar Esculturas con “masa” o “papel mache” y sorprender a todos. El niño deberá poner en juego toda una serie de pasos ordenados a fin de conquistar el objetivo propuesto. Deberá esperar (¡Cómo cuesta!) para lograr el producto deseado.

Dependerá de la edad del niño, la actividad que podremos ofrecerle. Así como también el grado de autonomía que podremos conferirle. Podremos sugerirle: la realización de dibujos o tarjetas, la confección de marcos o diseño de retratos; el desarrollo de investigaciones. Por ejemplo: desarmar objetos en desuso (un reloj) y entonces descubrir cómo funcionan las cosas (armar hipótesis), re armar el objeto desarmado. Crear instrumentos musicales, cocinar, preparar velas o jabones, pintar cajas, cocer, confeccionar ropa para muñecas, reciclar juguetes viejos o rotos, construcciones con desechos (retazos de tela, hilos, botones, elásticos, botellas, frascos).

¡Ojo! La idea no es asfixiar al niño con actividades sino intercalarlas con sus rutinas o pasatiempos habituales. Debe haber momentos para el descanso, el reposo y el ocio. Las diversas propuestas deben dosificarse e incluso puede haber días en que no haya actividad pre determinada para que el niño realice, dejando que él pueda organizar ese día a su gusto… Ellos necesitan sentir que pueden estructurar su espacio en forma creativa y autónoma y que cuentan con nuestro consentimiento y apoyo para lograrlo.

¿Qué pasa con las colonias de verano?

Las vacaciones de verano traen para nosotros una propuesta extra, que puede resultar eficaz para la contención del niño y su organización: las colonias de verano. Constituyen un espacio posible y altamente potable para el desarrollo del niño y el despliegue de aspectos lúdicos y psicosociales. Ayudan al niño a establecer lazos con otros, sean estos contemporáneos o no, en un contexto diferente al ámbito educativo, con matices diversos y de mayor plasticidad. Como apuesta brindan continuidad a las rutinas que fueron construidas y solidificadas durante el tiempo de la escuela. Ayudan a sistematizar horarios, actividades, tareas y proveen al niño de un espacio que le es propio. Siempre es importante contar con la aprobación del niño. Debemos respetar su deseo de formar parte de este nuevo grupo y espacio que le estamos ofreciendo.

La colonia no debe funcionar con igual rigurosidad que el ámbito escolar. Es necesario brindarle al niño un marco flexible, que puede ir modificándose según sus necesidades particulares: tiempo de permanencia, elección de las actividades en las que desee participar, la posibilidad de no participar de aquellas situaciones que no le deparen placer. Debemos acompañarlo en este proceso de incorporación a un espacio que puede llegar a ser nuevo y desconocido para él. Y no debemos obviar que este es un tiempo de relax y descanso.

Por ello es necesario tomarnos un tiempo anterior al momento de las vacaciones para realizar un recorrido personalizado por aquellas colonias que estén en la lista de nuestras posibilidades (es aconsejable buscar referencias). Este será un espacio donde nuestros hijos pasarán una gran cantidad de horas y debemos elegir, la opción más acorde a sus necesidades personales. A fin de poder reducir el “margen de error” o de garantizar el lugar apropiado, resulta altamente recomendable solicitar entrevista con el directivo de la colonia o los coordinadores de las actividades, interiorizarnos sobre las mismas. Estar al tanto del plan de alimentación (dieta, preservación de los alimentos), recorrer instalaciones, chequear medidas de seguridad e higiene, etc.

Es importante tener la seguridad de que la integridad de nuestros hijos será preservada en forma adecuada, puesto que nuestra confianza servirá para ayudarlos a una mejor adaptación y garantizándoles en la medida de nuestras posibilidades el logro de unas ¡felices vacaciones!

Asesoramiento: Licenciada Anabella Racioppi. Psicóloga del Equipo de Pediatría del Sanatorio de los Arcos