sábado, 1 de diciembre de 2012

Zaffaroni y Naddeo cerraron el "1º Encuentro Nacional de Magistrados y Funcionarios frente al Tráfico Ilícito de Drogas".


política

Se realizó ayer en el Salón Auditorio Néstor Kirchner de la Sedronar el "1º Encuentro Nacional de Magistrados y Funcionarios frente al Tráfico Ilícito de Drogas". En el encuentro se hizo énfasis en la situación carcelaria de las llamadas mulas, que suelen ingerir cocaína como forma de tráfico. Entre otros, expusieron el juez de la Corte Suprema, Eugenio Zaffaroni; el investigador Juan Gabriel Tokatlian, la funcionaria del Ministerio de Seguridad Nacional, Cristina Caamaño, el juez federal Sergio Torres y la legisladora porteña María Elena Naddeo. Durante la jornada se analizó la situación actual del tráfico de drogas y la necesidad de explorar nuevos enfoques y estrategias para abordar la problemática.

Zaffaroni manifestó que "la problemática que enfrentamos ha pasado de ser un problema de salud a ser un problema penal. Todo esto nos supera, supera los limites de nuestros país, es un problema mundial. Si alguien piensa que se puede liberar a la Argentina del narcotráfico, no se puede”. A la vez, cuestionó que se habla de las drogas, como los “tóxicos prohibidos”, pero no se toma conciencia de las consecuencias de los “tóxicos permitidos”, como el alcohol y los medicamentos. El magistrado sostuvo que "la peor toxicodependencia es el alcohol y el más criminógeno y de eso no se ocupa nadie". Los organizadores explicaron que el encuentro académico servirá para discutir, entre otras cosas, la situación de los llamados 'ingestados’ o ‘mulas’, teniendo en cuenta que el incremento de casos registrados en los puestos de controles aduaneros, aumentó en forma sostenida durante la última década. Siete de cada diez mujeres presas en el país fueron "mulas" del narcotráfico. Casi siempre, son detenidas no bien intentan ingresar o salir del país, especialmente por el Aeropuerto de Ezeiza o los pasos fronterizos del norte.

A su turno Naddeo expresó: "Quienes son mayoritariamente detenidas pertenecen a franja más humilde en la cadena de comercialización de drogas. El género se convierte en un tema central para pensar la desigualdad. La participación femenina ha crecido en este delito (tráfico de drogas) como consecuencia de las políticas desarrolladas en la década del 90". Conforme con los datos de la Policía de Seguridad Aeroportuaria (PSA), en los últimos años se habría quintuplicado la cantidad de casos registrados en nuestras fronteras. El sistema penitenciario argentino tiene dos cárceles en Buenos Aires para alojar a extranjeras procesadas y condenadas, que son las unidades 3 y 31 de Ezeiza. Una vez condenadas, muchas son trasladadas a Unidad 4 de La Pampa. En el norte del país está la Unidad 22 para mujeres en Jujuy y la 23 en Salta.

En ese contexto, la secretaría pretende generar un espacio que permita intercambiar conceptos, experiencias y enfoques a los principales actores del sistema judicial argentino.