sociedad
Hoy se sabe que los hábitos “construyen” al organismo e influyen
en su funcionamiento casi tanto o más como el propio ADN. Por lo tanto no es casual que la
hipertensión arterial (HTA), que es la principal causa de enfermedad y muerte en el mundo
según la Organización Mundial de la Salud (OMS), esté tan estrechamente ligada a los hábitos de
consumo, y que las estrategias que la comunidad médica y sanitaria están implementando para
reducir su enorme incidencia estén relacionadas con la promoción de un cambio en los hábitos
de vida: consumir menos sal, evitar el sedentarismo y realizar actividad física, reducir el consumo
de grasas, panificados y azúcares reemplazándolos en lo posible por frutas y verduras, mantener
controlado el peso y, desde luego, estar siempre atentos a los valores de presión arterial, que no
deben superar los 140/90 mmHg.
Otros hábitos también tienen incidencia directa en la presión arterial (y por lo tanto en la salud
cardiovascular, renal y mental, ya que la HTA también es la principal causa de demencias y
pérdida prematura de las capacidades cognitivas), pero su papel no parece estar tan claro entre
la población y entre los médicos de atención primaria, que tienen un rol central en el control de
la presión de sus pacientes y en la promoción de estilo de vida más acordes con la reducción de
los factores de riesgo. Hay evidencias científicas de que los polifenoles que contiene el vino, por
ejemplo, tienen un efecto protector de la vasculatura, y por lo tanto ayudarían a reducir el riesgo
cardiovascular y a controlar la presión arterial, pero, ¿qué es lo que debe aconsejar el médico
en el consultorio respecto del alcohol, cuando también se sabe que su exceso produce el efecto
totalmente opuesto? ¿Qué pasa, por ejemplo, con el té, el café y otras infusiones herbales? Aún
cuando su consumo se promocione como el de una sustancia “natural”, eso no significa que no
tenga efectos sobre la presión: ¿son estos efectos suficientemente conocidos?
La incidencia de estos hábitos y su verdadero efecto sobre la presión arterial estuvieron entre
los temas relevantes tratados en el XX Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que
se está realizando en la ciudad de Rosario desde el 18 hasta el 20 de abril, organizado por la
Sociedad Argentina de Hipertensión Arterial (SAHA). “Tratar el tema de los hábitos es de capital
importancia, porque la mayoría de la gente tiende a creer que tomándose un comprimido se
soluciona el problema de la hipertensión o de la diabetes –explica el doctor Fernando Filippini,
presidente del Comité Científico del Congreso–, pero lo cierto es que el cambio en el estilo de vida
aporta un descenso significativo en la presión arterial, que nunca es despreciable, y por otra parte
posibilita el manejo del paciente con hipertensión arterial”.
Por este motivo, el evento realizado en Rosario incluyó mesas redondas entre especialistas
referidas específicamente a temas como el exceso de sodio en la dieta moderna, los mecanismos
y consecuencias de la interacción entre presión arterial y adicciones, la influencia del alcohol y las
drogas herbales en la HTA, qué tipo de ejercicios físicos son los más adecuados en las personas con
HTA o los aspectos de la conducta que pueden afectar al paciente hipertenso en el control de su
presión arterial.