opinón
Leo cumplió 6 años el 13 de diciembre, días antes de terminar el preescolar en una escuela infantil de San Telmo, a 400 metros de su casa. Como todos los años el Jardín había articulado el cambio de nivel educativo de sus chicos con la Primaria de la otra cuadra, escuela que la mamá de Leo eligió como prioritaria en el nuevo sistema de inscripción a los colegios porteños. Sin embargo, el sistema le asignó un colegio de otro barrio.
Miles son los casos similares a los de Leo, tantos, que el jueves 12 las familias de esos pibes marcharon hasta el Ministerio de Educación en reclamo por falta de vacantes y por vacantes mal asignadas. Esas familias tienen temor e incertidumbre sobre cómo seguirá la escolaridad de sus hijos.
Lo que habrá sido una buena intención de facilitar la inscripción para 2014 terminó en una decisión inconsulta, sin haber chequeado sus posibles falencias y puntos débiles. Por ejemplo, en la distribución de vacantes no se asignó el turno tarde de varias primarias. Si no lo solucionan, el año que viene esos colegios no tendrán alumnos de primer grado después del mediodía. La ironía es que hay muchos chicos sin escuela otorgada y a otros los mandan a estudiar lejos de casa. Como a Leo.
Ricardo Fuentes
Delegados de las Cooperadoras del Distrito 4º
fuentesric@yahoo.com.ar