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La Organización Internacional para las Migraciones (OIM) reportó la muerte de al menos 18 haitianos que naufragaron cerca de las costas de Turcos y Caicos, ocurrida ayer, y conminó a la comunidad internacional a tomar medidas para evitar más tragedias derivadas de la migración desesperada de la gente de Haití.
El director general de la OIM, William Swing, llamó a abordar de raíz las causas que llevan a las personas a arriesgar sus vidas aventurándose al mar en embarcaciones precarias.
“La tragedia subraya la urgencia de actuar con determinación”, subrayó Swing.
El 25 de diciembre, una patrulla marítima de Turcos y Caicos interceptó una barca de pescadores sobrecargada de migrantes y la remolcaba hacia la costa, pero el bote se volcó en el trayecto.
La policía de Turcos y Caicos logró rescatar a 32 personas y 18 cuerpos, mientras que un niño de diez años continúa desaparecido.
Según datos de la OIM este naufragio eleva a 2.378 el número de migrantes muertos este año en el mundo cuando intentaban llegar a otro país en busca de una vida mejor. La cifra, no obstante, podría resultar conservadora ya que no incluye muchos decesos no registrados de migrantes africanos que sucumbieron en la travesía del desierto.
