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En una visita este sábado a Tacloban, la ciudad devastada por el supertifón Haiyan que azotó a Filipinas, el Secretario General de la ONU elogió la resistencia de su población que empieza a recuperarse de la tragedia, y prometió el apoyo de Naciones Unidas para continuar trabajando con el gobierno en los esfuerzos de reconstrucción.
Ban Ki-moon se dirigió a la prensa tras su recorrido:
“Estoy parado aquí con el corazón apesadumbrado. Estoy muy apenado y afligido por lo que he visto, la inmensa pérdida de vidas y destrucción total”, manifestó Ban.
El líder de la ONU expresó su solidaridad con Filipinas y pidió a la comunidad internacional continuar apoyando al país.
Encomió el esfuerzo de las agencias humanitarias de Naciones Unidas en el terreno, así como el de otros 180 socios internacionales y unas 25 naciones que se encuentran proveyendo cooperación de ingeniería y equipos de rescate en Filipinas.
El Secretario General aseguró que la ONU continuará movilizando recursos, incluida una asignación de 800 millones de dólares por un periodo de 12 meses, el cual forma parte del plan humanitario de la Organización para 2014.
Tacloban fue la más afectada por la tormenta que abatió el archipiélago el pasado 8 de noviembre, dejando a su paso unas 6.000 personas muertas y casi 14 millones de damnificados.