viernes, 28 de marzo de 2014

La pena de muerte en 2013: Un pequeño número de países provoca un aumento de las ejecuciones en el mundo


sociedad

En contra de la tendencia mundial hacia la abolición de la pena de muerte, Irak e Irán provocaron un pronunciado aumento del número global de ejecuciones en 2013, explica Amnistía Internacional en su Informe Anual sobre la pena de muerte en el mundo.

El alarmante número de ejecuciones llevadas a cabo en 2013 en un grupo aislado de países dio como resultado que fueran ejecutadas cerca de 778 personas, esto es, casi 100 personas más que el año anterior en todo el mundo, lo que representa un aumento de casi el 15 por ciento.

En los últimos 20 años ha habido una reducción constante del número de países que utilizan la pena de muerte, y el año pasado se produjeron avances en todas las regiones. Hace 20 años aplicaban activamente la pena de muerte 37 países. La cifra se redujo a 25 en 2004 y a 22 el año pasado.

“La tendencia a largo plazo es clara: la pena de muerte está empezando a ser algo del pasado. No obstante, instamos a todos los gobiernos que todavía matan en nombre de la justicia a que impongan de inmediato una moratoria de la pena de muerte con miras a abolirla", ha afirmado Salil Shetty, Secretario General de Amnistía Internacional.

En relación con la región de América Estados Unidos fue una vez más el único país que llevó a cabo ejecuciones, este año 39. El estado de Texas fue responsable del 41 por ciento de todas las ejecuciones. Mientras tanto, Maryland se convirtió en el décimo octavo estado que procedía a abolir la pena capital. Varios Estados del Gran Caribe comunicaron que no había ninguna persona condenada a muerte por primera vez desde que Amnistía Internacional comenzó a llevar registros en 1980.

Por su parte, Argentina se ha comprometido activamente con la abolición de la pena de muerte a nivel internacional.

Por un lado, Argentina abolió definitivamente la pena de muerte con la ratificación en 2008 del Segundo Protocolo Facultativo del Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, y el Protocolo de la Convención Americana sobre los Derechos Humanos relativo a la Abolición de la Pena de Muerte, y la aprobación ese mismo año de la reforma al Código de Justicia Miliar de 1951, que permitía el uso de la pena de muerte por delitos cometidos por miembros de las fuerzas armadas tanto en tiempo de conflicto armado como de paz. Ello, no obstante la última ejecución llevada a cabo en Argentina tuvo lugar en 1916.

Por otro lado, en la actualidad, Argentina preside el Grupo de Apoyo a la Comisión Internacional contra la Pena de Muerte en el ámbito de las Naciones Unidas. Asimismo y recientemente Argentina, junto con otros 9 estados de la región y Francia como país observador ante la OEA, participó de una audiencia en la Comisión Interamericana de Derechos Humanos sobre la pena de muerte en Las Américas. En esa oportunidad los once países presentes exhortaron a los estados miembros de la OEA a abolir definitivamente la pena capital por considerarla una práctica medieval que viola diversos derechos. Amnistía Internacional fue la única organización de la sociedad civil que estuvo presente en la audiencia. La organización, resaltó "algunos avances positivos" que hubo en el continente sobre este tema, aunque hizo hincapié en la pena de muerte en Estados Unidos, donde "continúa estando marcada por el error, la inconsistencia, la disparidad racial".