economía
El ministro del Interior y Transporte, Florencio Randazzo anunció un cambio en la asignación de recursos al trasporte público y la universalización, a partir del 6 de agosto próximo de la tarjeta SUBE.
En una conferencia de prensa que ofreció en la Casa de Gobierno, junto al secretario de Transporte, Alejandro Ramos, explicó que las dos decisiones están entrelazadas y destacó que el objetivo central de las medidas es “dar eficiencia a los recursos del Estado, que son recursos de todos los argentinos”.
Precisó que el nuevo esquema de compensación tarifaria se estabilizará a partir del corriente mes julio de 2012, que es la compensación de tarifas mensuales, con carácter federal.
La asignación de recursos al transporte público, explicó, “está ligada a la información que nos brinda el uso de la tarjeta SUBE” y en tal sentido detalló que en la zona del AMBA (Capital Federal y Gran Buenos Aires) el Estado aporta por mes 965.225.000,54 pesos, en tanto que a las provincias y municipios el aporte asciende a 397.137.246 pesos. Estos montos, precisó Randazzo, serán “el tope que aportará el Estado al servicio de transporte público. Esta suma, estabilizando los valores de julio, va a ser el tope de recursos que el Gobierno va a asignar al servicio de transporte público de pasajeros”. En el caso de mayores costos a futuro, esto es aumentos salariales, etc. “cada jurisdicción, provincias o municipio, decidirá si cambia la tarifa o asigna compensaciones del propio presupuesto de cada jurisdicción. Cuando corresponda se realizarán audiencias públicas”, acotó.
Hasta ahora, explicó Randazzo, sin un medio tecnológico como el SUBE, los parámetros que se utilizaban para asignar los recursos del Estado era de acuerdo a la información de las empresas, con la siguiente distribución: 1) 50 por ciento de recursos tenían que ver con la recaudación de cada empresa; 2) el 25% por la cantidad de pasajeros de esas empresas y 3) el 25% de acuerdo a la cantidad de kilómetros de recorrido. Con ello, advirtió Randazzo, no se tomaba en cuenta la calidad del servicio que recibía el pasajero; muchas veces ajustaban el nivel de frecuencia en detrimento del servicio y pasajeros”. Ahora con el SUBE, se implementa “un sistema transformador, es un cambio muy profundo, con información más confiable, segura, precisa, que brinda el SUBE”.
La nueva asignación detalló el ministro, va a seguir tres parámetros: 1) se considera la información de la AFIP –formulario 391- que es utilizado por todas las empres en sus obligaciones salariales y previsionales; 2) se tomará un máximo de tres agentes por colectivo; 3) Combustible: un cupo a cada una de las líneas. Va a ser asignado a través de un sistema de información geográfica que dispone la Secretaría de Transporte, según el estándar de cada servicio y consumo de los manuales de instrucción.
El nuevo sistema, explicó Randazzo, “permitirá eliminar asimetrías en las empresas” y destacó que “el único objetivo es mejorar la prestación al pasajero; no hay ningún otro motivo en los cambios”, subrayó. Respecto de la universalización del SUBE, el secretario de Transporte, Alejandro Ramos, precisó que a partir del 6 de agosto, lo que utilicen la tarjeta SUBE seguirán pagano $1.10 el pasaje de colectivos y los que no la tengan pagarán 2 pesos. En caso de trenes, cuyos pasajes van de $0,70 a $0,85, los que tengan el SUBE seguirán pagando el mismo valor y los que no lo tengan pagarán $1,50”.
Ramos consignó que al día de hoy están en uso más de 11 millones de tarjetas, las utilizan más del 60% de usuarios, que pagan por este medio en los 18.5000 colectivos de transporte colectivo; se expende, a $15 en más de 290 estaciones de trenes y tiene un uso de siete mil usuarios mensuales. Tiene más de mil puntos de venta y 4.600 puntos de recarga, y desde la Secretaría de Transporte se está trabajando para ampliar la venta en lugares estratégicos de la Capital y el gran Buenos Aires.