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Jorge Enríquez, lamentó las palabras de la Presidente , al despreciar el mensaje implícito de la voluntad popular con la “severa derrota del oficialismo” en las PASO. Pidió que no se incite a un “peligroso revanchismo”.
Jorge Enríquez, Presidente de la agrupación Justa Causa, y Consejero de la Magistratura de la Ciudad de Buenos Aires, lamentó las últimas palabras de la Presidente de la Nación, Cristina Fernández de Kirchner -y la dirigencia política que la imita- de “desconocimiento y menosprecio del pronunciamiento electoral de la sociedad, con el apoyo electoral a la oposición política, y advirtió sobre la inquietud que se abre con la profundización de tal conducta de aislamiento y desdén de la voluntad popular".
Enríquez, en relación al discurso de la Presidente expresó: "Si algún iluso creyó que después de la severa derrota en las elecciones primarias la presidente iba a cambiar el rumbo, sus palabras de hoy dejan en claro que no ha tomado nota del nuevo escenario político y social. Sólo cabe esperar más de lo mismo, lo que agudizará las tensiones de los dos últimos años de su gestión, que estarán signados por crecientes problemas económicos en un marco de mayor debilidad política".
Para Enríquez, "en su discurso de esta tarde la señora de Kichner puso en evidencia la concepción corporativista y antirrepublicana que la anima, cuando dijo que hablaría con empresarios, industriales y sindicalistas, a los que llamó los titulares, y no con los suplentes que aquellos pusieron en las litas, en alusión a los legisladores de la oposición. Desde su tumba, Mussolini celebra la vigencia de sus ideas".
El dirigente de la opositora Justa Causa agregó que "al resaltar el triunfo del Frente para la Victoria en la Antártida , con 46 votos, la primera mandataria vuelve a poner en duda su capacidad de comprender la realidad. En un gobierno de corte tan personalista, ese rasgo abre profundas inquietudes respecto del tiempo que se avecina".
“ La Presidente , con su reacción, con su sesgada perspectiva de bandería política, está empujando a su propia dirigencia a un patrón de conductas de aislamiento, rencor y macarthismo, y sumiendo la tolerancia democrática en un peligroso revanchismo”, finalizó.