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Amnistía Internacional exige al Gobierno de la Ciudad de Buenos Aires que suspenda el uso y la transferencia de armas con dispositivos de energía conducida – conocidas comercialmente como Taser- hasta que no se realice una investigación independiente, seria y rigurosa sobre los efectos que provoca su utilización. Y solicita al Registro Nacional de Armas (RENAR) la información que tuviera disponible sobre este tipo de armas en el territorio argentino.
Amnistía Internacional viene exigiendo a los gobiernos del mundo que suspendan o limiten sólo a situaciones extremas el uso de armas Taser ya que no son inofensivas sino que pueden matar.
“Nos preocupa que, para la formación de la nueva policía porteña, se esté pensado en adquirir este tipo de armas porque está comprobado que se prestan a abusos ya que son fáciles de llevar, de utilizar, y pueden infligir un fuerte dolor con sólo pulsar un botón y sin dejar señales importantes", señaló Gabriela Boada, directora ejecutiva interina de Amnistía Internacional Argentina quien confirmó que se requerirá información al Gobierno porteño sobre las garantías de derechos humanos en la regulación del uso de armas Taser en la Ciudad de Buenos Aires.
Los antecedentes en el uso de las Taser en el mundo no son buenos. Amnistía Internacional publicó un informe en 2008 sobre la seguridad de estas armas en Estados Unidos que dio cuenta de 334 personas que murieron tras recibir una descarga de arma Taser en el país del norte entre 2001 y agosto de 2008.
El estudio de Amnistía Internacional -que incluye información sobre 98 autopsias- concluyó que el 90 por ciento de las personas muertas tras recibir la descarga de una Taser estaban desarmadas, y muchas no parecían constituir una amenaza seria.
Otras fueron sometidas a descargas repetidas o prolongadas -muy superiores al ciclo "estándar" de cinco segundos-, o fueron aplicadas por más de un agente al mismo tiempo. Hubo incluso personas a las que se les aplicaron descargas por no cumplir una orden policial tras haber quedado incapacitadas por una primera descarga.
La policía de Estados Unidos también ha utilizado Taser contra escolares, mujeres embarazadas e incluso una persona anciana que sufría demencia.
“Creemos que es necesario que la Policía Metropolitana se ajuste a los estándares internacionales en materia de uso de armas, que se capacite a los agentes para que sepan cómo y cuándo utilizarla, que se monitoree el uso para que no se comentan excesos ni arbitrariedades y que se rindan cuentas de los cumplimientos de las normas de seguridad”, sostuvo Boada.
Amnistía Internacional expresa su preocupación por la falta de medidas dentro del Estado Nacional que la compra de armas Taser pone en evidencia. “Este hecho muestra que el Estado argentino no cuenta con un sistema centralizado de evaluación de los estándares internacionales en función del cual se definan lineamientos para todo el país”, concluyó Boada.