opinión
Es bueno saber que sólo el propietario de un derecho de autor tiene el derecho exclusivo de reproducir una obra protegida. Respecto a cuándo se necesitará un permiso, dependerá de lo que se vaya a fotografiar, y del uso que se le dará a la fotografía.
Tanto en la publicidad como en la moda, el diseño de interiores o las secciones “estilo de vida”, con frecuencia los fotógrafos incluyen fotografías de obras artísticas (pinturas, esculturas), objetos artesanales, obras arquitectónicas, joyas o ropa. Pero pocas veces se detienen a analizar si lo que van a fotografiar está protegido de alguna manera por derechos de autor. Es bueno saber que, en ese caso, necesitarán unl permiso previo del propietario del copyright .
Los derechos de autor protegen una amplia gama de materiales, de diferentes tipos. Por ejemplo obras de arte (dentro de las que se incluyen no sólo las pinturas y esculturas, sino también las obras arquitectónicas); las obras fotográficas; la publicidad gráfica (tanto en forma de carteles como etiquetas); las joyas artísticas, imágenes de las películas, etc.
Por otro lado, a veces se cree que no hay que preocuparse por los derechos de autor si en la fotografía se incluye sólo una pequeña parte de la obra en cuestión.
Pero la ley indica que se necesita un permiso, si ese fragmento es una parte sustancial del trabajo que tiene los derechos de autor. Y el concepto “parte sustancial” tiene que ver más con la calidad de lo que se utiliza que la cantidad. Tomemos como ejemplo la sonrisa de La Gioconda. Aunque sea una pequeña parte del cuadro de Leonardo, juega un rol esencial en esa pintura. Por eso, y dado que no hay una regla clara, argumentar que se está utilizando sólo una "parte no sustancial" de una obra puede ser peligroso. El mejor consejo es pedir el permiso previo del propietario del copyright..
Algunas otras actividades que sólo el propietario de los derechos de autor tiene el derecho exclusivo de hacer (y para las cuales se puede necesitar permiso):
- Fotografiar el trabajo de alguna persona, y luego mostrar la foto al público (por ejemplo, presentando la foto en una galería, realizando una postal turística que se va a entregar al pblico, exponerla en un sitio web, enviarlo a los clientes vía e-mail, etc.)
- Realizando copias de una obra, llevándola a un formato digital, fotocopiándola, etc.;
- Produciendo un collage de varias fotografías o imágenes diferentes;
- Agregando nuevos elementos artísticos a una obra ya existente (por ejemplo, coloreando una foto en blanco y negro);
Es importante señalar que no se necesita permiso para fotografiar una obra, si su período de derecho de autor ha expirado. En la mayoría de los países, la protección de los derechos de autor dura toda la vida del artista, más un período adicional de al menos 50 años.
Hay excepciones legales que permiten reproducir en una fotografía ciertas obras protegidas, sin permiso. Pero varían de un país a otro, y no siempre son fáciles de determinar. Las excepciones generalmente están cubiertas por lo que se conoce como limitaciones o excepciones a los derechos de autor, que se mencionan específicamente en la ley de derecho de autor, o apoyándose en el concepto de "uso justo" o "trato justo”. Algunas de las situaciones más comunes son tomar fotos de una obra arquitectónica si el edificio está situado en un lugar público o es visible desde un lugar público, o tomar fotos de las obras protegidas en lugares públicos (por ejemplo, si se exhiben permanentemente en una plaza o en la calle).
¿A quién hay que pedir el permiso? La autorización debe ser proporcionada por el propietario del copyright, pero además, puede ser necesario también el permiso del dueño de la obra misma. Por lo tanto, obtener el permiso a veces puede ser difícil.
Si se trata del trabajo de un artista, que es representado por una galería o un agente, éstos deberían tener los derechos. Como alternativa, existen sociedades de gestión colectiva de derechos de autor, que otorgan el permiso en nombre de los artistas.
Como conclusión, debemos señalar que los fotógrafos profesionales necesitan estar informados sobre las restricciones legales relativas a la toma de fotografías que incluyan derechos de autor, porque en cada trabajo, deberán evaluar si deben obtener un permiso previo y por escrito, o si deben advertir a sus clientes sobre posibles reclamos.
Del mismo modo, las empresas que utilizan imágenes creadas por fotógrafos necesitan saber sobre las posibles responsabilidades legales. Es una buena práctica solicitar una autorización del fotógrafo, para utilizar cualquier material que le proporcione y cuyos contenidos no violen ninguna ley o reglamento.
Por Eduardo Miller, director del estudio Miller y Miller (www.millerymiller.com.ar).