política
El Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Gerardo Gómez Coronado alertó hoy sobre el peligro para la calidad artística del Teatro Colón, que puede ocasionar el despido de varios integrantes de su elenco estable.
Al respecto Gómez Coronado afirmó que “Es deber del Gobierno de la Ciudad proteger al Teatro Colón, tanto en su aspecto edilicio como a sus recursos humanos” y agregó: “Nuestro querido Teatro está mundialmente valorado no sólo por su excelente acústica y excelso edificio, si no que también por sus reconocidos músicos, bailarines y artistas que trabajan bajo el escenario”.
El Defensor del Pueblo Adjunto porteño, en relación al conflicto gremial sostuvo que “un burocrático conflicto laboral no puede justificar que el Colón se desprenda de un trompetista como José Piazza, un barítono como Carlos Flores, un contrabajista como Pastor Mora, un tenor como Ricardo Ochoa, una violinista como Patricia Pérez, y un clarinetista como Carlos Fernández; más allá que algunos de ellos sean circunstancialmente delegados gremiales, que valga la aclaración, siguieron tocando sin solicitar sus licencias gremiales”.
El Defensor del Pueblo Adjunto de la Ciudad de Buenos Aires, Gerardo Gómez Coronado alertó hoy sobre el peligro para la calidad artística del Teatro Colón, que puede ocasionar el despido de varios integrantes de su elenco estable.
Al respecto Gómez Coronado afirmó que “Es deber del Gobierno de la Ciudad proteger al Teatro Colón, tanto en su aspecto edilicio como a sus recursos humanos” y agregó: “Nuestro querido Teatro está mundialmente valorado no sólo por su excelente acústica y excelso edificio, si no que también por sus reconocidos músicos, bailarines y artistas que trabajan bajo el escenario”.
El Defensor del Pueblo Adjunto porteño, en relación al conflicto gremial sostuvo que “un burocrático conflicto laboral no puede justificar que el Colón se desprenda de un trompetista como José Piazza, un barítono como Carlos Flores, un contrabajista como Pastor Mora, un tenor como Ricardo Ochoa, una violinista como Patricia Pérez, y un clarinetista como Carlos Fernández; más allá que algunos de ellos sean circunstancialmente delegados gremiales, que valga la aclaración, siguieron tocando sin solicitar sus licencias gremiales”.