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Como es habitual en esta época en la cual se registra la máxima incidencia de bronquiolitis, es por eso que desde la Municipalidad de San Isidro se lleva adelante el Programa IRAB (Infecciones Respiratorias Agudas Bajas) que se extiende desde mayo hasta agosto y que consiste en un alerta epidemiológico por el cual se refuerza el personal de salud del sistema municipal para la atención de estos casos.
Ante los primeros síntomas, la comuna recomienda no demorar la atención en los Centros Municipales de Atención Primaria y Promoción de la Salud.
En estos centros se articula en la red de atención primaria postas de bronquiolitis donde se lleva adelante la estrategia de internación abreviada. Los niños son evaluados por el pediatra, se inicia el tratamiento con aerocamaras que permiten la dosificación de los broncodilatadores y kinesioterapia respiratoria.
A las horas de este tratamiento se evalúa nuevamente a los pacientes y si la evolución es favorable son derivados a su domicilio, explicando a los padres los signos de alarma y otorgando la medicación correspondiente, debiendo ser monitoreados clínicamente en el centro de atención primaria al día siguiente de no mediar complicaciones.
La bronquiolitis es una enfermedad viral que afecta la pequeña vía aérea (bronquiolos en niños menores de 2 años). Los agentes productores de la enfermedad son el virus sincicial respiratorio, adenovirus y virus de la influenza. La máxima incidencia se registra en otoño – invierno
Son considerados factores de riesgo los menores de 1 año, el hacinamiento, la exposición al humo del tabaco, la falta de lactancia materna, la prematurez y los
niños con enfermedades cardíacas, respiratorias o inmunosuprimidos.
Los síntomas más comunes son: Tos, fiebre, dificultad respiratoria, aleteo nasal, respiración rápida (aumento de la frecuencia respiratoria), silbidos o ronquidos respiratorios (roncus y sibilancias), rechazo a alimentos y decaimiento generalizado.
En los hogares se recomiendan estas medidas de prevención:
Mantener ambientes aireados libres de humo de tabaco.
El lavado de manos frecuente.
Sostener la lactancia materna.
Asegurar que los niños tengan el esquema completo de vacunación para su edad.
Evitar el contacto de los niños con personas enfermas.