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El pequeño equipo encargado de los reconocimientos, con Etienne Lavigne y David Castera a la cabeza, aborda la redacción de los “road-book” de la primera parte del rally. En otoño (europeo), hay que verificar todos los detalles y terrenos del itinerario, concebido y trazado sobre el mapa meses antes. El convoy que encara las pistas y dunas del rally tres meses antes del inicio de la prueba está compuesto por un total de cuatro automóviles. “Llevamos 15 días al volante, lo que nos ha permitido finalizar el reconocimiento de 7 etapas, así que aún no hemos llegado a la jornada de descanso”, comenta David Castera a su regreso.
“Sufrimos algún contratiempo, alguna avería que nos hizo perder varias horas en distintos momentos, pero de media hemos necesitado dos o tres días para cada etapa. El desafío en el tramo que se disputará en Perú es dosificar las dificultades: queremos aprovechar al máximo los paisajes y los terrenos que ofrece el país, ¡sin pasarnos con escollos insuperables para los pilotos!”. Para los participantes del Dakar 2012, esa parte del desierto resultó a la par emotiva y difícil. En esta ocasión deberán abordarla al inicio del recorrido.
“Sufrimos algún contratiempo, alguna avería que nos hizo perder varias horas en distintos momentos, pero de media hemos necesitado dos o tres días para cada etapa. El desafío en el tramo que se disputará en Perú es dosificar las dificultades: queremos aprovechar al máximo los paisajes y los terrenos que ofrece el país, ¡sin pasarnos con escollos insuperables para los pilotos!”. Para los participantes del Dakar 2012, esa parte del desierto resultó a la par emotiva y difícil. En esta ocasión deberán abordarla al inicio del recorrido.
Pese al deseo expresado de buscar la moderación, Castera y su grupo han conseguido batir dos récords durante estos quince días de reconocimientos: “Hemos sido completamente autónomos durante una semana, sin hotel… ¡y sin ducha! Y además, hemos subido hasta 4970 metros de altitud. No puedo revelar dónde hemos estado, pero el Dakar nunca ha llegado tan alto”. Tendremos que esperar hasta el 21 de noviembre para conocer todos los detalles.
Mientras tanto, el trabajo prosigue en Sudamérica, sobre todo para los representantes de los tres países que acompañan a Lavigne y Castera en el tramo que les corresponda de los reconocimientos: “Han presentado peticiones por adelantado, pero en función de los cambios que aportemos al recorrido, tendrán que solicitar las autorizaciones pertinentes para el paso, cuando sea necesario. Por ejemplo, si el recorrido se acerca a una mina o a una explotación privada, hay que contactar al propietario para que manifieste su acuerdo o, en el caso contrario, evitar pasar por ahí”. Además, Francisco, responsable de la seguridad local, va apuntando todos los lugares donde será necesario contar con la presencia de las fuerzas del orden el día D, así como las limitaciones a la circulación que habrá que prever. Posteriormente, se procederá nuevamente a la identificación de los lugares con los responsables de los servicios implicados. Ya está abierta la veda de los reconocimientos…
