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Amnistía Internacional Argentina reafirma la necesidad de que los gobiernos de la Argentina y del resto de la región promuevan con urgencia planes concretos que aseguren el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de mujeres, niñas y adolescentes.
Los países de la región deben cumplir con sus obligaciones internacionales y tomar medidas que garanticen el acceso de mujeres y niñas a sus derechos, despenalizando el aborto y promoviendo planes de educación sexual y acceso a servicios de información y planificación familiar, haciendo realidad que todas las mujeres decidan de manera libre e informada sobre cuándo desean tener hijos e hijas y cuántos, sin coacción o discriminación.
Las legislaciones en la región regulan la práctica del aborto de manera desigual. Éstas abarcan desde una autorización limitada (el caso de Argentina) hasta la completa prohibición (los casos de Nicaragua, República Dominicana, Chile, entre otros).
La práctica del aborto en forma clandestina e insegura es la principal causa de muerte de mujeres en América Latina y el Caribe. La mayoría de estas muertes pueden evitarse ofreciendo en el momento necesario atención médica de alta calidad, accesible y asequible.
Lamentablemente, para la mayoría de las mujeres y niñas en la región este acto de soberanía sobre la propia vida se hace en la clandestinidad, en condiciones inseguras e insalubres que vulneran la dignidad, la libertad y la salud. La vulnerabilidad es aún mayor entre las poblaciones más pobres y marginadas, que no cuentan con medios para acceder a servicios de salud y temen ser reprimidas por la ley señalan desde AI.
Según lo planteado por la organización humanista en Argentina, el aborto practicado en condiciones de riesgo se lleva la vida de casi 100 mujeres y niñas e implica alrededor de 80.000 hospitalizaciones al año. De acuerdo con estadísticas oficiales, desde hace 20 años el aborto inseguro es la primera causa directa de mortalidad materna; un cuarto de estas muertes se registran, mayoritariamente, en mujeres muy jóvenes y de escasos recursos.
Es por eso que reafirman la necesidad de que los gobiernos del continente promuevan con urgencia planes concretos que aseguren el acceso a los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres y niñas y continua trabajando para que se entienda que el aborto debe ser despenalizado por completo.