viernes, 21 de septiembre de 2012

La UCR bonaerense inició una campaña contra la reforma de la Constitución y la re reelección


política

El radicalismo de la Provincia de Buenos Aires, que preside el diputado nacional Miguel Bazze, inició hoy una campaña de acción para oponerse a la reforma constitucional y la re reelección presidencial. “Estamos en contra de que modifique una Constitución en función de las necesidades del partido de gobierno y mucho más que se modifique en función de determinado candidato, en este caso la de la propia Presidenta, y consideramos además que la Constitución de 1994 es una muy buena Carta Magna, que no tiene que ser modificada ya que no hay ningún impedimento constitucional para el país para avanzar en cuestiones que mejoren la vida de los argentinos. Si el gobierno cumpliera con las reformas del 94 funcionarían mejor las cosas”, dijo Bazze al abrir el encuentro en el Comité Provincia.

Además, explicó que “desde la UCR vamos a realizar esta tarea militante en toda la provincia de Buenos Aires, algo que nos piden de todos los distritos. La semana que viene los más importantes dirigentes del partido -acompañados por personalidades del pensamiento nacional- van a ir a cada uno de los distritos a reuniones en comités, organizaciones intermedias, colegios profesionales para llevar adelante esta campaña de esclarecimiento de lo que piensa la UCR y explicarle a la sociedad que esto es malo para el país y que en realidad hay que fortalecer la Constitución”.

Del encuentro participaron diputados nacionales por el distrito como Ricardo Alfonsín, Maria Luisa Storani, legisladores provinciales e intendentes, entre otros. Además, participaron especialistas en derecho constitucional como Felix Loñ y Enrique Paixao y el historiador Luis Alberto Romero.

Loñ se pronunció en contra de la reforma e indicó que “hay que defender a la Constitución”. “Para reformar una Carta Magna debe haber una demanda de la sociedad para hacerlo” y señaló que “en 1994 había un ciclo inconcluso de la reforma de la Constitución que se había iniciado en 1949”. “Había demandas sociales –que ahora no hay- como la elección directa del Presidente y la necesidad de terminar con el colegio electoral, entre otras reformas importantes como también la creación del Consejo de la magistratura, el nuevo régimen de coparticipación y el tercer senador”. En tanto, el también constitucionalista Enrique Paixao opinó que “ningún precepto constitucional impide profundizar el modelo”. Aclaró que la del 94 “es una reforma que contempla derechos sociales y vinculados al medioambiente, una constitución moderna, que no dificulta el accionar del gobierno para profundizar un proyecto progresista”. Además consideró que para reformar “el único objetivo es la reelección” de la Presidenta para instaurar una forma “totalitaria” de gobierno. “Detrás del proyecto de reforma se busca la eliminación de poderes para concentrarlos” en ellos mismos, dijo Paixao.

Para el historiador Luis Alberto Romero, “lo primero que necesita la Argentina es reconstruir su Estado. El Estado de derecho, su administración, todas las oficinas que han ido desapareciendo como las de control o las de gestión técnica”. Además se debe “reconstruir la capacidad técnica de que el Estado promueva debates en la sociedad y obtenga los consensos, y me parece que recién cuando la herramienta este reconstruida podemos afinar la discusión y decir si queremos un poco mas de liberalismo o un poco mas de estatismo, pero ninguna de las dos cosas existen si no tenemos un Estado. Nosotros queremos que la Argentina vuelva a tener Estado y para que vuelva a tenerlo hay que dejar tranquila a la Constitución que no tiene la culpa”.