lunes, 16 de septiembre de 2013

Crece la Violencia Escolar en la Argentina


sociedad

El Congreso sancionó una nueva ley que establece que el Ministerio de Educación, a través del Consejo Federal, deberá establecer reglas para prevenir la conflictividad en las escuelas, entre ellas el bullying. Esta ley apunta a prevenir estas situaciones y promueve la creación de equipos especializados para la prevención e intervención ante esta clase de episodios. Al respecto, desde Momento Cero, elaboraron un informe sobre la violencia escolar y cómo prevenirla y tratarla.

Desde Momento Cero indican que, lo primero que un padre debe saber, tal como lo indica la Organización Mundial de la Salud, sobre la violencia u hostigamiento entre niños, conocida en inglés como bullying es que no es cosa de niños, sino un problema grave de salud, especialmente en las escuelas.

"Hablamos de hostigamiento cuando un chico le hace y/o dice cosas a otro que lo hacen sentir incómodo. Se refiere a cualquier forma de maltrato psicológico, verbal o físico producido entre escolares de forma reiterada a lo largo de un tiempo determinado. El hostigamiento puede manifestarse de distintas formas por medio de daño físico, verbal o psicológico", asegura la Lic. Adriana López, co-fundadora de Momento Cero (momentocero.com.ar), institución dedicada a la atención primaria de la salud física y mental de los individuos, para prevenir la enfermedad y los desórdenes emocionales.

Las formas de maltrato: Físicamente: golpear, patear, propiciar una golpiza, empujar, e escupir, dañar propiedad, o robar. Verbalmente: burlarse, poner sobrenombres, humillar verbal, intimidar verbal, amenazar, coartar, extorsionar, y la provocación mediante burlas sexista, o homofóbicas, la extorsión para quedarse con el dinero o los bienes más preciados de alguien Socialmente: chismes, la propagación de rumores, situaciones vergonzosas, aislamiento o exclusión de un grupo, o hacer que otra persona asuma una culpa ajena. Electrónicamente o (Cyberbullying) que es el hostigamiento a través de Internet, el correo electrónico (e-mail) o mensajes de textos, redes sociales medios que se usan para amenazar, dañar, señalar, avergonzar, propagar rumores y/o develar secretos de otros.

"El bullying tiene efectos psicológicos en aquellos niños que han sido víctimas. Los comportamientos agresivos hacia un niño pueden dejarle cicatrices emocionales profundas que duran toda la vida, puede afectar la autovaloración y sus futuras relaciones. Y en casos extremos pueden padecer de depresión, ansiedad , y en algunos incluso pueden estar más propensos al suicidio. Las acciones pueden culminar en amenazas violentas, daño a la propiedad o en heridas graves en una persona", completa la Lic. Emilia Canzutti, co-fundadora de Momento Cero.

¿Cómo ayudar a los niños?

Si su hijo le cuenta acerca de un episodio de agresión, concéntrese en brindarle consuelo y apoyo, más allá de cuán molesto se sienta usted. Los niños suelen mostrarse reacios a contarles estos episodios a los adultos, ya que les generan incomodidad y vergüenza. A ellos les preocupa que sus padres puedan sentirse decepcionados.

En ocasiones, los niños sienten que ellos son culpables, que si hubieran actuado de manera diferente o hubieran tenido otro aspecto, eso no estaría sucediendo. A veces, tienen miedo de que los agresores descubran que ellos hablaron y la situación empeore. En ciertos casos, les preocupa que sus padres no les crean o no hagan nada al respecto, o que los alienten a pelear contra los agresores, una situación que a ellos les da miedo.

Felicite a su hijo por su valentía al hablar de lo que está sucediendo. Recuérdele que no está solo, ya que muchos niños sufren las agresiones de sus compañeros en algún momento. Haga hincapié en que es el agresor el que se comporta mal, no su hijo. Asegúrele que juntos encontrarán la solución para este problema. Tome en cuenta el hecho de que las agresiones pueden empeorar si los agresores descubren que su hijo le contó acerca de lo sucedido. A veces es bueno contactar a los maestros o los consejeros. En muchos estados existen leyes y políticas referidas a estos comportamientos agresivos. Averigüe cuáles son las leyes que rigen en su comunidad. En algunos casos, si está muy preocupado acerca de la seguridad de su hijo, puede necesitar ponerse en contacto con las autoridades jurídicas.

"Para revertir los estragos de la violencia es necesario que cada eslabón de la cadena (alumnos, docentes, padres, directivos, etc.) se comprometa, observando las situaciones previas, detectando, participando, comunicando. Pensar qué es lo mejor en cada situación, teniendo en cuenta el origen, será más fácil encontrar las soluciones. Sepamos que siempre se puede prevenir y esta es la acción más importante", coinciden desde Momento Cero, institución que desde su servicio de consultoría tienen gran experiencia en estos temas y asesoran a padres e instituciones sobre cómo prevenirlo y enfrentarlo.