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La Asociación por los Derechos Civiles (ADC) se suma a una gran coalición internacional de organizaciones, activistas y expertos y pide que la Argentina evalúe si la legislación nacional en materia de inteligencia y vigilancia es acorde con las obligaciones internacionales de nuestro país en materia de derechos humanos.
La ADC ha apoyado un conjunto de principios internacionales en contra de la vigilancia masiva sin controles. Ese documento recoge 13 principios que, por primera vez, ofrecen un marco que permite evaluar si las prácticas en materia de vigilancia respetan los estándares internacionales de derechos humanos que rigen a nivel internacional.
Un grupo de organizaciones de la sociedad civil presentó oficialmente estos principios el pasado viernes en Ginebra, en un evento al que concurrió Navi Pillay, el Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Derechos Humanos y el Relator Especial de las Naciones Unidas para el Derecho a la Libertad de Expresión y Opinión, Frank La Rue. El evento tuvo lugar durante la 24va. sesión del Consejo de Derechos Humanos de la ONU y fue auspiciado por las misiones permanentes de Austria, Alemania, LIechtenstein, Noruega, Suiza y Hungría.
“La falta de controles adecuados en materia de vigilancia permite graves violaciones al derecho a la privacidad”, señaló Ramiro Álvarez Ugarte, director de acceso a la información de la ADC. “En la Argentina hemos visto graves abusos en este sentido, desde el espionaje durante diez años sobre la agencia de notias acceso a la información Rodolfo Walsh hasta la permanente violación de la privacidad de las comunicaciones”, agregó. Álvarez Ugarte consideró que “los 13 principios ofcen acceso a la información parámetros básicos para juzgar si lo que ocurre en nuestro país respeta los estándares internacionales en materia de derechos humanos. Por ello, creemos que son un aporte fundamental para encarar un debate serio sobre el respeto del derecho a la privacidad en el siglo XXI”.
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas señaló en el evento que "los avances tecnológicos han sido herramientas poderosas para la democracia, ya que permiten que todos participen en el debate democrático. Sin embargo, el incremento de las actividades de data mining por parte de las agencias de inteligencia —es decir, el análisis automatizado de enormes cantidades de datos— hace que sea cada vez más borrosa la línea que separa las actividades de vigilancia legítima de la vigilancia masiva y arbitraria".
El Alto Comisionado para los Derechos Humanos de las Naciones Unidas señaló en el evento que "los avances tecnológicos han sido herramientas poderosas para la democracia, ya que permiten que todos participen en el debate democrático. Sin embargo, el incremento de las actividades de data mining por parte de las agencias de inteligencia —es decir, el análisis automatizado de enormes cantidades de datos— hace que sea cada vez más borrosa la línea que separa las actividades de vigilancia legítima de la vigilancia masiva y arbitraria".