política
La UCR votó en contra del proyecto oficialista de exenciones temporales del impuesto a las ganancias y propuso en cambio una reforma abarcativa con ajuste semestral. Tampoco aceptó la creación de nuevos impuestos que castigan a los sectores productivos.
El debate de la modificación de la Ley del Impuesto a las Ganancias ha logrado la atención de todos los argentinos, producto del énfasis que puso el gobierno al anunciar una medida reclamada desde la mayoría de los sectores sociales.
Desde el radicalismo, a través de sus bloques parlamentarios, se han presentado hace tiempo diversas y reiteradas iniciativas para la actualización del mínimo no imponible del impuesto a las ganancias, con especial énfasis en mejorar la situación de trabajadores y jubilados. La mayoría del oficialismo en el Poder Legislativo clausuró la discusión parlamentaria sobre estos temas, ya que proyectos de todos los bloques, de similar tenor, fueron frenados y desestimados.
Ahora, como parte de las diversas e incoherentes reacciones del Gobierno frente al resultado electoral de las PASO, se busca obtener rédito electoral con medidas cortoplacistas y grandilocuentes. Estas, en nada solucionan las cuestiones de fondo y los problemas de los trabajadores.
Los legisladores nacionales de la UCR, junto con la mayoría de las fuerzas de la oposición, han elaborado un proyecto alternativo al propuesto por el oficialismo. Este proyecto incluye importantes medidas que el Ejecutivo no quiere implementar, tales como la actualización automática anual del Mínimo No Imponible de acuerdo a la inflación, beneficiando a trabajadores autónomos y en relación de dependencia. Al mismo tiempo, considera una necesaria readecuación de los montos de los impuestos de Bienes Personales y Monotributo. Finalmente, incluso contempla beneficios fiscales para aquellas PyMEs que decidan reinvertir sus ganancias.
La medida anunciada por decreto fue oportunista y demagógica. A su vez, el proyecto de ley con el que el oficialismo busca gravar una parte de la llamada renta financiera, no es en absoluto requisito para realizar las adecuaciones y actualizaciones requeridas por la sociedad y que nosotros proponemos en nuestro proyecto. Por lo tanto, crear dos nuevos impuestos para sustentar aquella propuesta del Ejecutivo, a la compraventa de ciertas acciones y a los dividendos distribuidos, es innecesario señalaron.