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En el Día de Acción Global contra la Incineración de Residuos, la Alianza Global por Alternativas a la Incineración (GAIA), integrada por 635 asociaciones de 88 países, entre ellas ALIHUEN, ha exigido al Gobierno que apoye de forma prioritaria los programas de prevención, reducción, reutilización, reciclaje y compostaje de residuos. Estos programas, conocidos como estrategias de Basura Cero, deben entrar en los planes financiados a través de los fondos destinados a mitigar el cambio climático.
El Día de Acción Global contra la Incineración coincide este año con las reuniones sobre cambio climático que comenzaron el 28 de septiembre en Bangkok, Tailandia. El nuevo acuerdo sobre el clima debería respaldar los esfuerzos de reducción de la basura con apoyo financiero a las estrategias de recuperación y reciclaje.
ALIHUEN lleva años abogando por la adopción de planes de Basura Cero como una opción sana para el clima, en comparación con las políticas de eliminación de residuos mediante rellenos o incineradoras, incluidas aquellas que “recuperan” energía o utilizan los residuos como combustible en hornos de cemento.
Las estrategias de Basura Cero tienen beneficios muy importantes para el clima, ya que conservan recursos, ahorran energía y reducen las emisiones de gases de efecto invernadero. Además, los programas de Basura Cero generan puestos de trabajo y fortalecen las economías locales. En ese sentido, el informe recientemente publicado por la Agencia de Protección Ambiental de Estados Unidos (EPA) revela que el 42% de las emisiones de gases de efecto invernadero en EE UU está relacionado con la manipulación de materiales. El informe calcula reducciones significativas de estas emisiones en el caso de aplicarse políticas destinadas a reducir la cantidad de residuos y mejorar el diseño de los productos para facilitar su reciclaje.
El informe calcula que se podrían evitar emisiones equivalentes a 150 millones de toneladas de dióxido de carbono (CO2) anuales si se duplicara el porcentaje de reciclaje de residuos de construcción y demolición. Si se redujera a la mitad la cantidad de envases, se evitaría la emisión de 105 millones de toneladas de CO2.
Los proyectos de combustión de gases de rellenos, de combustibles derivados de residuos y otras formas de “valorización energética” son incompatibles con opciones como la reutilización, el reciclaje y el compostaje dado que destruyen recursos que deberían ser reutilizados, reciclados o compostados, como papel, plásticos y restos orgánicos. En la práctica, la inversión en rellenos e incineradoras detrae fondos que podrían destinarse a la reducción, la recuperación y el reciclaje.
El nuevo acuerdo climático que se alcance en diciembre en Copenhague debería crear un mecanismo financiero que apoyara los esfuerzos de Basura Cero y destinara fondos a los proyectos de reducción, reutilización, reciclaje y recuperación de recursos.
Más información en www.alihuen.org.ar/