miércoles, 13 de octubre de 2010

LO QUE EL INDEC NO PUEDE MANIPULAR


opinión

En el país, el gobierno a través de los últimos datos del INDEC afirma que en el primer semestre del año la pobreza bajó a un 12% y la indigencia a 3.1%.

Para el Instituto existirían un poco más de cuatro millones de pobres y 1.2 de indigentes. Resulta obvio que se llega a estos números manipulando las cifras del IPC. Sin embargo, a pesar de este pretendido maquillaje lo que es testimonial de la realidad son los indicadores socio sanitarios del propio Ministerio de Salud Nacional que indican que el circulo pobreza enfermedad no ha mejorado en absoluto.

Los principales indicadores hablan por si mismos, existe un recrudecimiento de enfermedades emergentes y re-emergentes que deberían estar erradicadas. Miles de compatriotas mueren por causas totalmente evitables con medidas sencillas como tener agua potable, alimentación adecuada, una vacuna o una consulta médica.

Parece que el dinero de la soja nunca llego para combatir la pobreza y la enfermedad. En nuestro país, según cifras oficiales la economía creció en el quinquenio 2003/20008 a un promedio del 9%, pero no se acompaño de mejores indicadores de desarrollo social. Mas del 25 % de la población no tiene agua corriente, el 55% sin desagües cloacales. El 30 % de la población padece necesidades básicas insatisfechas.

Todos los días lamentamos la muerte de 25 niños menores de un año, 30 menores de 5 años, por diarreas o enfermedades respiratorias, una madre por día por falta de control de su embarazo, el 60 % son muertes evitables cuya prevención no necesita de enormes recursos. Aumentaron las enfermedades infecciosas asociadas a la pobreza e indigencia. Todos los días mueren tres argentinos de tuberculosis, cuatro de sida. Se incrementaron los casos de enfermedades transmisibles como: leptospirosis, hantavirus, leishmaniasis, triquinosis, paludismo, lepra, fiebre hemorrágica, coqueluche, hepatitis, neumonías, sífilis etc. A esto debe sumarse los 3 millones de chagásicos. El 16 % de los niños de nuestro país menores de cinco y el 33% menor de dos años tienen anemia por deficiencias nutricionales.

En un país que produce alimentos para 300 millones de habitantes tenemos el 1.2% de la población 500.000 argentinos con desnutrición (MSAL). Las últimos datos oficiales de defunciones en menores de 5 años por desnutrición son del INDEC (2004) con 179 defunciones /año por esta causa. En el año 2000 alcanzo a 177 y en el 2001 de 189.En el 2004 las provincias más afectadas fueron Salta, Formosa, Chaco con el 50% de las defunciones. Países como Chile, Uruguay, Costa Rica con menores ingresos tienen mejores indicadores.

Existe una brecha cada vez mayor de acceso entre los sectores pudientes y los que están sumidos en la pobreza y la indigencia.

En esta aciaga realidad que vivimos los Argentinos, es tiempo que las autoridades tomen nota y se dignen hacer algo serio para combatir este flagelo. Aunque el gobierno se empeñe en negar la realidad de la Argentina actual, lo cierto es que la pobreza y la inequidad es imposible de disimular.

Doctor Edgardo Trivisonno
Médico Sanitarista
Ex Subsecretario de Salud GCABA