domingo, 23 de octubre de 2011

Oficinas: segundo hogar


opinión


No se puede discutir, la mayor parte de las personas pasan tanto tiempo en sus lugares de trabajo como en sus casas. Esto, más los datos que indican que un buen clima laboral mejora la producción individual y del conjunto, han hecho que la arquitectura busque crear espacios profesionales abiertos, acogedores, mucho más humanos y cada vez más parecidos a los hogares.

La idea principal es favorecer la comunicación, incentivar la innovación, la creatividad y las emociones desde los formatos, los materiales y los objetos decorativos. Lograr un equilibrio entre el compartir y la privacidad, entre facilitar el intercambio de conocimientos y el apoyar las investigaciones concentrados.

Así, el trabajador es puesto en un primer plano, por eso el diseño de mobiliario y su ergonomía también cobran protagonismo. Los muebles también deben ser flexibles, ajustarse a distintas necesidades del grupo, ser multifunción si es necesario y tener un cierto toque hogareño para que todos puedan personalizarlo. A esto se suma una tendencia que crece días tras día: tener espacios verdes que puedan ser utilizados por todos los empleados, como un pulmón de creatividad y distención.

Cambio estructural. Atrás empiezan a quedar las estructuras verticales de las empresas. Hoy los organigramas son más horizontales, y esto es necesario reflejarlo en la distribución del espacio laboral. Por eso prevalecen las políticas de puertas abiertas, sin barreras que dificulten la comunicación entre las personas.

Actualmente se minimizan los espacios cerrados y crecen las zonas abiertas, las áreas diseñadas para la comunicación, para compartir pues se entiende que en ellas fluyen libremente el talento, la creatividad y las ideas de las personas.

Hoy los puestos de trabajo se separan solo con mamparas bajas, para facilitar la conectividad, creando redes de trabajo y al mismo tiempo autonomía en todos los integrantes.

Multifunción. Las metodologías laborales también van cambiando, con empleados que trabajan part time desde su casa, otros que lo hacen por proyectos, grupos especiales que se arman por un determinado tiempo. Por eso las oficinas tienen que adaptarse a estas modificaciones, permitiendo además el uso de las nuevas tecnologías. Para lograr esto es indispensable tener como base un piso técnico, es decir, un doble piso y por el centro pasan todos los cables de los equipos. La base es de hormigón armado y el material final suele ser de alfombra o alguno de los polímeros que tienen sus ventajas e inconvenientes. Las alfombras tienen mayor desgaste pero absorben mejor el sonido y los hacen más habitables. Los polímeros absorben mejor y tienen poco desgaste. Las estructuras de los puestos de trabajo suelen ser metálicas, de aluminio con paneles de 1,20 o 1,60 m cubiertos con materiales fonoabsorbentes como telas que optimizan la acústica del lugar.

También por esto muchos de los muebles son móviles, y también algunas partes de las estructuras que pueden adquirir distintas formas (agrandarse o achicarse con placas, por ejemplo). A esto se suman los dispositivos wi-fi que permiten trabajar en distintos lugares, hasta en los espacios de paisajismo.

Humanos. Es frecuente ver a arquitectos y diseñadores de interiores hablar largamente con los empleados antes de encarar una reforma, es que la oficina se ha vuelto un espacio humano, con personalidad, tanto para la tarea que se desempeña como para representar a su usuario. La oficina está al servicio de los empleados, proporcionándoles el entorno ideal para que se desarrollen plenamente. Jugar con los colores, con los objetos, las telas, las texturas es ya una tendencia que no para de crecer y es tomada con una muy buena aceptación por parte de los trabajadores.

Sociales. La manera de facilitar la socialización entre los empleados es a través de espacios abiertos. Por eso se crean zonas donde se pueden encontrar una manera distendida y no frente a la computadora. Una tipología en auge son los espacios informales: zonas de club semejantes a las salas ejecutivas de los aeropuertos, cafeterías, billares, espacios de descanso y más.

Ahorro energético. La arquitectura sustentable llegó también a las oficinas, por eso la iluminación es de bajo consumo, el aire acondicionado y los cielorrasos suelen ir suspendidos con placas que absorben ruidos para generar un ambiente cálido de trabajo.

Jerarquías. Los lugares de trabajo de los directivos deben estar en comunicación con el resto del lugar, pero requieren otro tipo de cerramiento y se usan las esquinas para contar con una doble orientación y doble vista. Suelen separarse con mamparas que llegan hasta el cielorraso. Si se quiere lograr un mejor aislamiento las mamparas pueden alcanzar hasta la losa de hormigón para evitar la transmisión sonora.

Por otra parte, la recepción puede tener uno o dos puestos de trabajo según el flujo de visitantes. Es la cara de bienvenida y es muy importante su diseño. También es indispensable que no interrumpa la circulación interna de los trabajadores. Cerca de esta siempre debe haber una pequeña sala de reuniones. Entre las zonas para compartir está el comedor, hoy en auge para darle al empleado un lugar donde comer sin estar frente a la computadora. Allí se pueden poner máquinas expendedoras, microondas y si la oficina es de pocas personas hasta una heladera.

Los lugares de archivo van creciendo con el fluir de la empresa, por eso se aconseja usar los deslizantes con rieles. Es un sistema modular de almacenamiento compuesto de módulos que se deslizan y es capaz de compactarse, organizar y archivar con seguridad y de manera adecuada.

Por último, el revestimiento de los edificios suele ser un doble vidrio con cámara de aire, permitiendo que el sol roce el vidrio en la parte externa y no haya transmisión por radiación. En las ventanas o piel del edificio se utilizan sistemas que tienen ruptura de puente térmico con lo cual el calor no pasa a través del material que sostiene el vidrio. También se pueden usar distintos espesores y tonos de vidrio según la orientación del inmueble.

Por el arquitecto Jorge Aslan
Aslan y Ezcurra y asoc., (www.aslanyezcurra.com.ar).