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La inseguridad ciudadana, la violencia y el delito aumentan en América Latina pese a los avances económicos y sociales que la región ha reportado durante la última década.
Un informe regional del Programa de la ONU para el Desarrollo (PNUD) publicado hoy asevera que esta tendencia frena el desarrollo y que el incremento de las expectativas de consumo y relativa falta de movilidad social han impulsado el denominado “delito aspiracional”, entendido éste como el robo de aparatos tecnológicos y productos de marcas reconocidas.
El texto recalca que la región sigue siendo la más desigual e insegura del mundo, con más de 100,000 homicidios al año.
El director del PNUD para América Latina y el Caribe, Heraldo Muñoz, incluyó entre las causas del aumento de la inseguridad ciudadana los cambios en la estructura familiar, las deficiencias en el sistema escolar, el porte de armas de fuego, el consumo de alcohol y el tráfico de drogas.
“No hay una solución mágica, no hay una respuesta única, no hay una bala de plata para resolver el problema de la inseguridad, y cuando se adoptan políticas de mano dura, lo único que hacen es perjudicar la situación de violencia y a veces crear espirales de violencia, porque cuando se declara la guerra a la delincuencia, la delincuencia responde con las mismas armas”, puntualizó Muñoz.
El estudio señala a los jóvenes, principalmente los hombres, como las principales víctimas de la criminalidad y la violencia
El informe subraya que los esfuerzos para mejorar la seguridad ciudadana deben de tener en cuenta las necesidades y demandas específicas de los jóvenes y las mujeres y recomienda a los gobiernos la adopción de un acuerdo nacional por la seguridad ciudadana como política de Estado; así como la generación de políticas públicas orientadas a proteger a las personas más afectadas por la violencia y el delito.