miércoles, 30 de enero de 2013

Cómo enfrentar la ola de calor en la cocina


sociedad

La ola de calor ya comenzó y llegó para quedarse. ¿Cómo ayudar a paliar la situación desde la alimentación? La Lic. en Nutrición Patricia Robiano elaboró este informe con algunos consejos útiles a la hora de cocinar. Síntomas de deshidratación: piel seca y enrojecida, pulso acelerado, dolor de cabeza, somnolencia, irritación, obnubilación, cansancio general y fatiga, pocas ganas de comer, calambres, fiebre, desvanecimientos e incluso, en casos extremos, la muerte. Todo esto puede provocar la ola de calor

Según la coach motivacional Patricia Robiano, autora del libro "Mentes delgadas, Cuerpos Saludables", hay que "Hidratarse desde bien temprano. Es muy conveniente beber abundante cantidad de líquidos a lo largo del día para mantener la hidratación adecuada y con ello procurar que nuestra temperatura corporal se mantenga estable. Pero suele suceder que, por ejemplo en las personas que trabajan cocinando, las horas pico de trabajo suelen restarles mucho tiempo para hidratarse, ya que lo aconsejable es reponer líquidos cada 15 minutos, y las prisas en la entrega de las comandas suele restar tiempo para ello. Por eso es fundamental “paliar” los picos probables de calor y de deshidratación con una contundente toma de líquidos desde la mañana temprano y durante cada espacio libre que se tenga, sintiendo o no la sensación de sed".

Además, aconseja "consumir frutas frescas en cada una de las ingestas principales y acompañar el plato fuerte con vegetales frescos y de varios colores. Esto proveerá al cuerpo de una cantidad de vitaminas y minerales que suelen perderse en el sudor. Además, aportan oxígeno al organismo y entonces la temperatura corporal se equilibrará mejor", dice la Lic. Patricia Robiano.

Entre los consejos, se recomienda, evitar el alcohol y las bebidas muy concentradas y dulces. Todo esto ayuda a la deshidratación del cuerpo. Recordar que el cuerpo necesita incorporar líquidos que lo hidraten, no cualquier líquido. Refrescar las manos, cara y cuello con frecuencia, y tomar aire cada vez que se pueda, siempre que sea cambiando de temperaturas gradualmente, por ejemplo, un espacio del mismo lugar que sea más ventilado, pero nunca salir de la cocina e ir a un lugar con aire acondicionado o utilizar las cámaras refrigerantes como alternativa al calor.

A la hora de enumerar los líquidos que hidratan, hay que destacar: Agua potable del grifo, aguas minerales o mineralizadas, aguas de manantial, aguas de glaciar embotelladas Agua con gas, agua gasificada o soda Caldos caseros desgrasados realizados con agua potable Cafés y tés ligeros Refrescos bajos en cafeína y cero azúcar Y tener en cuenta aquellos líquidos que deshidratan Cafés y tés muy concentrados Bebidas “colas” altas en cafeína como los refrescos Bebidas energizantes Bebidas que tienen más del 8-10% de alcohol

Para finalizar, la especialista recomienda tener en cuenta los marcadores de hidratación, "la sed es un buen parámetro también, pero como las prisas a veces “enmascaran” incluso la propia necesidad de beber líquidos, entonces es mejor prevenirlo. Incluso en algunos casos, tener mucha sed ya es síntoma de deshidratación y, si no se acude a reequilibrar el cuerpo de inmediato, los síntomas pueden ir haciéndose visibles", indica a la vez que agrega que "otro marcador interesante para saber si nos estamos deshidratando es el color de nuestra orina, sabiendo que si es demasiado oscura, entonces la deshidratación ya está actuando en nuestro cuerpo".