lunes, 23 de mayo de 2011

INJERTAR TOMATES, ESA ES LA CUESTIÓN


sociedad

La injertación es una técnica muy utilizada en la agricultura y consiste en la combinación del pie de una planta con la copa de otra. Sin embargo, su utilización en el caso de tomate es bastante más novedosa y los resultados son alentadores para los productores que luchan con los problemas de las raíces. El INTA generó un espacio para compartir la técnica en el periurbano de Buenos Aires y discutirla con los profesionales de la actividad privada que se encuentran a diario con el problema.

Desde hace 10 años el INTA San Pedro explora la técnica de injertación en tomate a través de la utilización de portainjertos comerciales resistentes. Lo que se pretende es afianzar técnicas que permitan sobrellevar la disminución de rendimiento y otras consecuencias que generan los nematodos que atacan las raíces de muchas variedades hortícolas, generando daños directos pero además facilitando el ingreso de patógenos del suelo a las mismas. Desde el año pasado se están probando además portainjertos obtenidos por INTA La Consulta y una especie silvestre que crece en Argentina. “Se consideró que los productores de bajos recursos podían acceder mejor a alternativas de este tipo, que pueden multiplicar ellos mismos y posteriormente injertar”, cuenta Mariel Mitidieri, coordinadora de un proyecto que desde hace más de 5 años investiga en horticultura periurbana. Además hay ensayos en otra unidades de INTA como INTA Bella Vista y en la Facultad de Agronomía de la UNLP.

Paula Amoia, técnica del INTA que trabaja en la gran zona hortícola de La Plata, explicó: “La técnica es relativamente nueva en la zona del cinturón hortícola platense y se está probando en algunos establecimientos productivos. En otras regiones como Corrientes, está funcionando muy bien”. Con antecedentes en otros lugares del mundo, una de las mayores ventajas es que se adapta a un planteo productivo de menor impacto ambiental. Su utilización habilita reemplazar la desinfección del suelo con agroquímicos que dejan importantes consecuencias en el suelo por técnicas más amigables como la solarización, biofumigación y otros productos menos agresivos.