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Activistas de Greenpeace bloquearon un buque de perforación de petróleo contratado por Shell, que partía desde Nueva Zelanda con destino al Ártico, donde la empresa está desarrollando un programa de perforación exploratoria que amenaza con devastar la costa de Alaska. El Noble Discoverer fue interceptado en el puerto Taranaki por activistas de Greenpeace que treparon a la cubierta del barco y escalaron su torre de perforación de 53 metros, con el objetivo de evitar que llegue a Alaska, donde la empresa prevé perforar tres pozos de petróleo en el mar de Chukchi. Los activistas que ocuparon la embarcación están equipados con suficientes provisiones para permanecer allí por varios días.
"Tomamos esta medida para que Shell abandone su plan de perforación en el Ártico, donde un derrame de petróleo sería imposible de revertir y tendría un efecto devastador en el ecosistema”, declaró Nathan Argent, responsable de la campaña de Cambio Climático de Nueva Zelanda. "Si el buque de Shell zarpa, nos exponemos a una catástrofe en Alaska que podría ser inclusive peor que el derrame de petróleo en el Golfo de México".
Shell tiene un límite de tiempo para la perforación de los cinco pozos exploratorios nuevos, antes del regreso del hielo marino en el invierno. Las temperaturas bajo cero, las condiciones climáticas extremas y el difícil acceso, hacen que un derrame de petróleo en el Ártico sea prácticamente imposible de contener y limpiar. Ron Bowden, un alto funcionario de una empresa canadiense que se especializa en dar respuesta ante derrames de petróleo explicó "en la actualidad no se conoce solución o método para remediar un derrame de petróleo en el Ártico".
Por otra parte, el total de las reservas de petróleo estimadas en el Ártico podría satisfacer tan sólo tres años de la actual demanda mundial de crudo, sin embargo contribuirían de manera significativa al aumento de las emisiones de carbono y explotarlas supondría una grave amenaza para el ecosistema Ártico.
Shell es la primera gran empresa internacional de petróleo que tiene dentro de sus objetivos principales la explotación en el Ártico. Si el Noble Discoverer encontrara petróleo durante el verano del hemisferio norte, otros gigantes petroleros acelerarán sus planes de exploración e inversión, lo que provocaría una fiebre del petróleo en la zona. Con este bloqueo, los activistas obligan a Shell a modificar el cronograma y retrasar la explotación en el Ártico.
A principios de esta semana la Oficina de Seguridad y Control Ambiental del Ministerio del Interior de EEUU aprobó el Plan de Contingencias en caso de vertidos presentado por Shell para sus actividades en el mar de Chukchi (4). Incluye dispositivos para la limpieza de un derrame, como sistemas de contención, y para desviar grandes masas de hielo, que la misma Shell admite nunca han sido sometidos a pruebas, excepto en los laboratorios o sobre papel (5).
"Las compañías como Shell se están aprovechando del derretimiento del hielo del Ártico para perforar en busca de los mismos combustibles fósiles que están provocando el cambio climático", agregó Hernán Nadal de la oficina de Greenpeace Argentina. "Debemos reducir nuestra dependencia de los combustibles fósiles y utilizar esos miles de millones de dólares destinados a las inversiones petroleras, en el desarrollo de energías limpias y transporte sustentable. De esta forma podremos proteger el Ártico, luchar contra el cambio climático y generar nuevos empleos".
Cientos de miles de ciudadanos en todo el mundo están enviando correos al CEO de Shell, Peter Voser, para exigirle que suspenda los planes de su empresa de destruir el Ártico en busca de petróleo. Se puede participar desde la web de Greenpeace Argentina: www.greenpeace.org.ar
Greenpeace es una organización independiente que hace campañas globales, que actúa para cambiar las actitudes y el comportamiento para proteger y conservar el medio ambiente y para promover la paz.
