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La organización ambientalista Greenpeace denunció hoy las agresiones sobre un reportero gráfico y una decena de activistas cuando abrían sido agredidos por Gendarmería ayer, cuando miembros de la organización ingresaron a la planta de Embalse en Córdoba, para demostrar las fallas de seguridad de la central y el enorme riesgo que conlleva la energía nuclear.
Un fotógrafo sufrió una rotura de ligamento cruzado en su rodilla, producto de una agresión de un gendarme y fue trasladado al Hospital de Santa Rosa de Calamuchita. Además, activistas mujeres y hombres recibieron golpes en la cara, espalda, y patadas. Una de las activistas fue amenazada incluso con dos navajas, una en su rostro y otra en la cintura.
La Gendarmería Nacional primero impidió con violencia y amenazas el trabajo de los profesionales de prensa que ingresaron junto a los activistas, a quienes se les secuestraron sus equipos, y luego arremetieron contra los activistas señalaron.
"Sorprende que Gendarmería ataque de forma tan brutal a pacifistas mientras desatiende de forma flagrante la seguridad de un recinto tan peligroso como una central nuclear. Los activistas de la organización entraron en el recinto de Embalse andando, sin encontrar ninguna oposición policial ni medida de seguridad o protección de acceso. Una vez dentro y sobre el reactor nuclear es cuando Gendarmería actuó con esta violencia", declaró Mauro Fernández, responsable de la campaña antinuclear de Greenpeace.
Greenpeace es una organización ecologista y pacifista. Desde hace más de cuarenta años sus activistas han realizado acciones para denunciar las agresiones al medio ambiente de forma totalmente pacífica. Los activistas de la organización son voluntarios comprometidos que defienden la no violencia como forma de actuar por la defensa del medio ambiente. En esta acción el grueso de los activistas eran del grupo de voluntarios de Greenpeace en Córdoba.