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El impacto de los desastres está aumentando en Centroamérica a pesar de los avances de sus gobiernos por reducir el porcentaje de población urbana en pobreza.
Así lo indica el primer “Informe Regional del Estado de la Vulnerabilidad y Riesgos de Desastres” en esa región, publicado por la Oficina de las Naciones Unidas para la Reducción del Riesgo de Desastres (UNISDR) y el Centro de Coordinación para la Prevención de los Desastres Naturales (CEPREDENAC), presentado hoy en San Salvador.
Según el texto, esta situación incide en el desarrollo sostenible de la región, por lo que es prioritario fortalecer las capacidades ciudadanas, considerar el riesgo en los proyectos de infraestructura, potenciar los sistemas de alerta temprana y fomentar la educación en gestión de riesgo.
El informe señala que entre 1990 y 2011, El Salvador fue el país con mayores pérdidas totales provocadas por grandes desastres con más de 6.500 millones de dólares; mientras que con relación al PIB, Honduras fue el país más afectado con daños y pérdidas acumuladas equivalentes a casi el 80% de su PIB.
El documento afirma que la pobreza, infraestructura deficiente, la falta de ordenamiento urbano, y el uso desmedido e inadecuado de los recursos naturales, son factores subyacentes del riesgo que aumentan la vulnerabilidad de la población y sus bienes de sustento, principalmente de las personas y comunidades de escasos recursos.
El Jefe de la Oficina Regional para las Américas de la UNISDR, Ricardo Mena, afirmó que este informe no tiene precedente en las Américas y expresó esperanzas que se convierta en un ejercicio periódico y que se extienda a otras regiones.