opinión
Convivir con personas que son negativas no es tarea fácil, ya que estos sujetos mantienen una atención selectiva sobre los diferentes sucesos de la realidad porque se focalizan siempre en lo negativo, en lo malo que pueda llegar a suceder. Por lo tanto, sus comentarios van hacer pesimistas o catastróficos porque es como ellos perciben los hechos del exterior.
Para las personas que son negativas, no importa que la situación que estén viviendo sea placentera porque todo lo viven con preocupación. Es decir, lo que para otros individuos resultaría algo agradable, como por ejemplo realizar un viaje soñado, para ellos resultaría una situación de estrés, producto de los pensamientos catastróficos que lo perturban; “tengo miedo de olvidarme algo”; “no sé qué ropa llevar”; “me preocupa cómo va a estar la ruta”; etc.
Algunos de los factores que intervienen en la formación de los pensamientos negativos son:
-predisposición biológica.
- sensibilidad del sistema autónomo simpático, productor de síntomas de ansiedad.
-experiencias tempranas significativas.
-ambiente familiar.
-apego ansioso.
-sistema de creencias y pensamientos disfuncionales.
¿Existe el contagio del negativismo?
La convivencia con personas negativas NO genera un contagio porque cada persona tiene una forma de interpretar los hechos de la realidad, es decir, si uno tiene una visión positiva de las cosas, va a continuar actuando de la misma manera, por más que el otro sea pesimista.
¿Generan rechazo las conductas negativas?
La sensación de rechazo que a veces experimentan las personas que conviven con alguien que es negativo, no es por una cuestión afectiva, ya que lo que realmente molesta es la conducta del otro. Por lo tanto, uno se va a defender y a tomar medidas frente a las conductas pesimistas que generan perturbación y malestar.
Algunos tips para tener una convivencia saludable con personas negativas pueden ser:
-actitud comprensiva: los sujetos que son pesimistas NO lo hacen de manera intencional, sino que aprendieron a interpreta los hechos de la realidad de forma negativa.
-evitar discutir: no podemos cambiar el sistema de creencias y de pensamientos de la otra persona, porque es la forma que tiene de percibir los hechos del exterior.
-continuar y mantener los hábitos positivos.
-diferenciar lo que es el afecto de la conducta que a uno le molesta, esto significa que podemos querer mucho a la otra persona aunque nos perturbe su conducta negativa.
-sugerir que busque ayuda, para que pueda mejorar su calidad de vida.
Psicólogo Santiago Gómez
(Matrícula: 15.159)
Director de Decidir Vivir Mejor
y del Centro de Psicología Cognitiva