opinión
Lo aseguró Dr. John Hall, eminente investigador que se presentará en el XXII Congreso Argentino
de Hipertensión Arterial. En nuestro país la obesidad aumentó más del 40% en menos de una
década, y el 34% de la población es hipertensa. La relación entre ambas epidemias es evidente, y
los últimos estudios sobre sus causas –que serán debatidas por especialistas argentinos y
extranjeros entre el 23 y el 25 de abril en Tucumán– están llevando a entender mejor por qué bajar
de peso siempre ayuda a mejorar la presión arterial.
La epidemia mundial de obesidad desatada en las últimas décadas
mostraba en sus comienzos que los países más afectados eran los más industrializados. Sin
embargo, ese mapa se está haciendo cada vez más homogéneo, y son muchos los países en vías
de desarrollo que ya se enfrentan con este problema. En sintonía con esta tendencia, un análisis
interno de un país como Argentina indica que el porcentaje de personas con sobrepeso en los
centros urbanos comienza a ser similar al de regiones menos pobladas e industrializadas como son
la Patagonia, el Litoral o el Noroeste (NOA). A nivel general, y según datos de la 3° Encuesta
Nacional de Factores de Riesgo dados a conocer el año pasado por el Ministerio de Salud de la
Nación, 6 de cada 10 argentinos tienen sobrepeso y 2 de cada 10, obesidad. Este último dato
es aún más preocupante, si se tiene en cuenta que hace solo 10 años los obesos
representaban el 14,6% de la población, lo que indica que en menos de 10 años esta población
se incrementó en un 42,5%.
“La obesidad o ganancia excesiva de peso es la principal causa de la hipertensión esencial, y
representa quizás hasta un 65 o 75 por ciento del riesgo cardiovascular”, sostiene el Dr. John
Hall, médico investigador del Departamento de Fisiología y Biofísica del Centro Médico de la
Universidad de Mississippi (EE.UU.), adelantando parte de lo que será su presentación en el XXII
Congreso Argentino de Hipertensión Arterial, que se realizará en el hotel Sheraton de San
Miguel de Tucumán entre el 23 y el 25 de abril próximos, organizado por la Sociedad Argentina
de Hipertensión Arterial (SAHA).
La hipertensión arterial (HTA) además de ser la causa principal de ACV, de demencias vasculares
y de enfermedad renal crónica, está presente en el 80% de los casos de muerte por enfermedad
cardiovascular, y afecta, según la propia encuesta del Ministerio de Salud, al 34% de los
argentinos. La mayoría de los pacientes hipertensos tienen obesidad o sobrepeso, lo que conlleva
además otros factores de riesgo: “El incremento mundial de obesidad, diabetes, insuficiencia renal,
alteraciones todas relacionadas entre sí, son un problema grave a nivel mundial y en nuestro país
son causa del incremento de hemodiálisis y trasplantes renales, algo poco conocido a nivel de la
población; y el control de la presión arterial está en el centro de esa problemática”, comenta el Dr.
Alejo Grosse (MN 89855) presidente del Congreso que abarcará tanto a la clínica como a la
investigación, y cuyo lema será “Normotensión: un desafío para todos”.
Grosse anunció que “el problema de la obesidad va ser tratado con dos enfoques diferentes: el
fisiológico y experimental, donde participará el Dr. Hall, y el de las formas de vida ‘tóxica’”.
Según información brindada por el Dr. Hall horas antes de su llegada al país, las mencionadas
cifras determinan que la Argentina ocupa el puesto 13 entre los países del mundo con mayor
prevalencia de sobrepeso. Junto con los EE.UU. (en el puesto 9° con más del 74% de
prevalencia), Barbados y México, son los únicos cuatro países de América que figuran entre
los 20 del mundo con más sobrepeso, y por delante de los países europeos, de los cuales sólo
figura Grecia. Y esto, asegura, tendrá serias consecuencias ya que, como sucede en su país, “la
obesidad es el mayor desafío para la economía del sistema de salud”.