jueves, 5 de mayo de 2011

DECLARACIÓN DE LA CORRIENTE PROGRESISTA SOBRE LOS ACUERDOS CON OTRAS FUERZAS POLÍTICAS


opinión

La línea interna del Radicalismo porteño Corriente Progresista integrada entre otros por Aldo Neri (ex ministro de salud de Raúl Alfonsín) e Inés Parry (integrante de la mesa de conducción del Comité de la Capital de la UCR) ante el debate instalado en el radicalismo nacional y en el radicalismo de la capital referido a la política de alianzas en vista a las próximas elecciones manifiesta su punto de vista través de un nota de opinión.

"En primer lugar, creemos en el diálogo con todos. Nuestros adversarios políticos son eso, adversarios y no enemigos. Podemos tener coincidencias en muchísimos aspectos, por ello debemos ir desactivando el clima de crispación que se ha establecido en los últimos tiempos para reemplazarlo por un clima de respeto que todos nos merecemos y por un apego más estricto a las reglas de juego republicanas y democráticas prescriptas por la Constitución Nacional.

Al mismo tiempo, tenemos legitimas diferencias sobre cómo debería ser el país en el que nos gustaría vivir y cuál es el camino para su realización.

Somos el partido de la Libertad en la Argentina, pero también el partido de la Igualdad y la Solidaridad, por lo que por propia determinación nos ubicamos en el espacio de la centroizquierda socialdemócrata, no solo por el discurso, sino también por la propuesta, el compromiso y los intereses de los que nos hacemos cargo.

Sobre esa base de diálogo y respeto, pero al mismo tiempo de coherencia ideológica, creemos que la UCR debería fundar tanto su política de relación con las demás fuerzas como los límites de su política de alianzas. Por eso es que desde nuestro sector hemos trabajado activamente para la consolidación de un frente progresista, que integre a aquellos con los que tenemos una historia centenaria de coincidencias fundamentales como es el caso del Partido Socialista y con los que, compartiendo el tronco radical, hoy se expresan en otra fuerza como el caso del Gen y la Coalición Cívica.

Ese Frente Progresista es indispensable en la política argentina para constituir la herramienta que, a un tiempo, permita la superación de la propuesta conservadora y populista del gobierno y ofrezca una alternativa distinta a la política conservadora y elitista que se propone para reemplazarla. Establecer este frente es tarea prioritaria.

Es discutible si podemos aceptar, que fuerzas que no responden al perfil y al proyecto que esbozamos, puedan acompañar la candidatura presidencial del frente sin integrarlo.

Esa alternativa haría posible que proyectos de corte antipopular pudiesen usar a nuestro partido, y al Frente al que aspiramos, como caballo de Troya para establecer gobiernos incluso más reaccionarios de los que tenemos la obligación de intentar reemplazar.

En todo caso, si no se compartiera este punto de vista, permitir a quien fuese a llevar la formula presidencial del Frente debe ser una decisión posterior a su constitución y con el aval de todos los partidos que lo integren y no solo de las dirigencias de las provincias involucradas.

Por otra parte consideramos, que una verdadera aberración sería la alternativa de que el radicalismo se integre en una lista común o apoye listas de quienes están en las antípodas de nuestro pensamiento político, concretamente en referencia al Pro y a Mauricio Macri, como parecieran estar pensando algunos para la capital.

La dirigencia histórica de la Capital, ha acordado una lista generada por la necesidad de resolver los problemas internos y garantizar sus intereses mas que en la de ofrecer una lista competitiva,

La gestión del Pro en la Ciudad ha destruido sistemáticamente todo lo hecho por los buenos gobiernos radicales con que hemos contado, poniendo especial énfasis en aquellos programas que el radicalismo sostuvo en todas las gestiones y que todos los gobiernos no radicales, en algunos casos con una impronta propia, continuaron. No hubo en la gestión de la ciudad un gobierno que con tanto dinero haya hecho tan poco por sus “vecinos” y tanto por las empresas contratistas. Subejecutó el presupuesto una y otra vez, destruyó programas sociales, dinamitó políticas vinculadas a la Niñez y la Adolescencia, desfinanció programas destinados a la problemática de la Mujer, a la violencia domestica y a la igualdad de genero, creó una Policía que, tal como está, no sirve para nada, conformada, mayoritariamente, por miembros cuestionados de la Policía Federal por su conducta o su poco apego a las reglas democráticas, desatendió la salud pública y privilegió la enseñanza privada.

Contra políticas de esta naturaleza, los militantes de la Corriente Progresista nos hicimos radicales. Contra políticas de esta naturaleza nació la Unión Cívica Radical. No estamos dispuestos a apoyarlas ni a legitimarlas. Eso sería ser conservadores, no radicales.

Por todo lo expuesto, manifestamos nuestra posición de rechazo a cualquier tipo de vínculo electoral con el PRO.

Si no es posible un acuerdo con las fuerzas afines en la ciudad, vayamos solos".