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Tras las rejas que emulaban una cárcel, yacían tres mujeres con máscaras blancas. Sobre ellas, testimonios reales de mujeres que pudieron salir de las redes de trata, un delito que según se presume, ha captado a más de 600 mujeres en Argentina que aún continúan desaparecidas. La escena se completaba con pares de zapatos, cada uno con el nombre de una mujer desaparecida.
La intervención acercaba a mujeres y varones que pasaban por la Plaza, excusa que las organizadoras aprovechaban para acercarse con sus volantes y protocolos de prevención. “Creemos que es importante interpelar a la sociedad sobre este delito que representa la esclavitud de nuestro siglo. Elegimos hacerlo invitando a la ciudadanía a ser parte de una pegatina, con los rostros de las mujeres que están en manos de las mafias que secuestran mujeres y niñas para lucrar con sus cuerpos. Quisimos que ellas estén presentes cuando pasemos por una esquina emblemática de la ciudad, para que todas y todos recordemos que las estamos buscando y que las queremos con vida.” Manifestaron las organizadoras.
Al concluir la jornada, LAS JUANAS se sumaron a la marcha central y expresaron: “Le exigimos al gobierno municipal el efectivo cumplimiento de las ordenanzas que preveen políticas de asistencia para las víctimas y la clausura de aquellos bares que encubran trata. Mar del Plata es una de las principales ciudades de destino para el “turismo sexual” y tenemos un Estado ausente. La indiferencia también nos hace cómplices”.