miércoles, 8 de marzo de 2017

Cómo se para el 8M


opinión

Mariel retratada por Pablo Morra
Pregunta una mujer cómo para el 8 de marzo si de ella depende el regreso de sus hijxs de la escuela, el cuidado de la suegra y el funcionamiento de la casa. Tiene 45 años, es madre de dos hijas y vende cosméticos por catálogo. A la hora de la cena miran Tinelli porque es más relajado que ver las noticias, y si bien no le causa gracia que su hija menor vea tanta mujer medio desnuda, no es muy distinto a lo que muestran en las novelas de la tarde o en las publicidades a lo largo del día. Le preocupan la cantidad de femicidios (palabra que aprendió hace poco gracias al Facebook) y los casos de abusos de niñas, pero hay algunas cosas que se reclaman con las que no acuerda (por ejemplo eso de dar Educación Sexual en las escuelas desde el jardín)… 

¿Cómo para si no está en un trabajo formal? ¿Quién se entera que dejó de planchar camisas en la soledad de la casa? ¿Y en todo caso a quién le sirve ese paro si más tarde deberá reanudar todas las tareas con un ritmo más vertiginoso por haberse ¨tomado¨ ese tiempo para ¨no hacer nada¨?

No le es ajeno el planteo que escucha del feminismo que las tareas de cuidado que realiza son trabajo no remunerado. Tampoco la molestia que le genera que todas las publicidades usen mujeres para vender cualquier producto… pero, ¿no pasó toda la vida? La entusiasma ver que sus hijas crecen con acceso a nuevos derechos, siente que ellas sí pueden ser protagonistas y no quiere vivir con miedo a que salgan a la calle y les pase algo. Entonces piensa y vuelve a preguntar, ¿Cómo para? ¿Cómo se va a enterar la sociedad de otras mujeres como ellas que pararán desde la soledad de sus casas?

El movimiento feminista cambia junto con los cambios sociales, y los cambios sociales se dan a su vez por el empuje de la agenda del movimiento feminista. Hay demandas que se sostienen a lo largo de los años, como el derecho al acceso al aborto libre, seguro y gratuito y conquistas que hay que militarlas para que no queden en el olvido (como la ley de cupo que varias organizaciones salieron a denunciar el año pasado que no se estaba cumpliendo). Hay leyes maravillosas como la Ley 26.150 de Educación Sexual Integral que brega por el derecho a una educación libre para todxs, pero que no se cumple en la mayoría de las escuelas del país. Hay una pelea por si la prostitución es o no trabajo, y en la discusión legal se pierde el eje de las mujeres que están en la esquina, o en la pobreza que aumenta y que empuja a cientos de mujeres a entrar a ese mundo como salida de emergencia.

Los medios de comunicación no siempre acompañan, muchas veces re-victimizan, reproducen discursos machistas y alejan a la sociedad de la discusión. Sin embargo la cantidad de adherentes que ha adquirido el movimiento feminista fue proporcional a la cantidad de muertes por violencia de género. El dolor de ver a la otra (hija, madre, hermana, tía, prima) arrojada en un basurero, desfigurada por los golpes o mutilada luego de ser abusada hicieron que miles de mujeres dijeran basta aquel lejano 3 de junio.

Hoy ya no hay casa ajena a los términos que antes solo eran de academia o de espacios de militancia. Hoy no sólo las mujeres con trabajos formales se plantean la brecha salarial, las desigualdades sobre las tareas de cuidado y el tiempo de descanso, la violencia simbólica que nos acecha todo el día y la violencia machista y el acoso que no soportamos más.

Que esa mujer que hasta ahora no se había detenido a reflexionar qué aporta si se suma al paro cuando su vida transcurre entre lo doméstico, es crucial para el cambio de paradigma de una cultura que reproduce modelos patriarcales todos los días con cuestiones cotidianas desde la casa. Las luchas contra-hegemónicas llevan tiempo, es momento de que la sociedad nos escuche, las demandas del movimiento son concretas y de algún modo todas terminan diciendo que nos sabemos libres, sujetas de derechos y que ¡Vivas nos queremos!

Por Mariel Rosciano

Actriz – Guionista – Feminista. Se presenta con el unipersonal “Elena” los martes de marzo en el Teatro La Comedia mientras continúa con la gira nacional y pre-produce la serie web #MILF.