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Más de 50 organizaciones sociales del país reclamaron la implementación urgente de acciones para detener el calentamiento global, y el compromiso argentino en la reducción de gases de efecto invernadero.
En el documento presentado hoy en el inicio de la 16ª Conferencia de las Partes de la Convención Marco de Naciones Unidas sobre el Cambio Climático, en Cancún, México, las organizaciones consideraron que, para mitigar los efectos del cambio climático que está produciendo impactos irreversibles en los ecosistemas y las poblaciones, es necesario alcanzar en forma urgente un acuerdo que obligue a los países desarrollados a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero, en un 40 por ciento para el año 2020, como mínimo, con respecto a los niveles de 1990. Además, demandan la creación de un fondo financiero que permita las inversiones necesarias para promover las energías limpias y la protección de los bosques, entre otras medidas de mitigación, en los países en desarrollo.
“Tras el fracaso de la Cumbre de Copenhague en 2009, es fundamental que Cancún sea un paso significativo hacia un acuerdo justo, ambicioso y vinculante”, señaló Hernán Giardini, coordinador de la campaña de Clima y Bosques de Greenpeace.
A nivel local, las organizaciones exigieron al gobierno nacional un cambio radical en la matriz energética, para que disminuya la dependencia del petróleo y el gas, y extienda la participación de fuentes de energía limpias y renovables como la eólica, y el abandono del carbón como fuente de generación eléctrica a gran escala, por considerarlo la opción energética más contaminante, más costosa y que más contribuye al cambio climático.
Además, reclamaron la urgente reglamentación y ejecución de la Ley de Glaciares, la reglamentación de la Ley de Prohibición de Lámparas Incandescentes, el incremento del presupuesto para la protección de los Bosques, de acuerdo a la Ley, y el desarrollo de medidas de eficiencia y transformación en el sector del transporte. En el documento, presentaron sus reparos sobre la valorización energética de residuos sólidos urbanos, la expansión de la actividad nuclear y la construcción de mega-represas hidroeléctricas.
“Si bien Argentina no contribuye de manera significativa a las emisiones globales de gases de efecto invernadero, posee un importante nivel de emisiones per cápita, siendo uno de los mayores dentro de los países de la región, por lo que es imprescindible que asuma sus responsabilidades en Cancún y que cambie su matriz energética desarrollando la energía eólica, de gran potencial en nuestro país”, afirmó Giardini.